ONU Turismo ha revelado su ranking global de destinos preferidos, y México emerge como un gigante turístico, recibiendo 38.3 millones de visitantes anuales y generando 11.6 mil millones de dólares (mmdd) en el primer cuatrimestre de 2024. Sin embargo, estas cifras ocultan problemas estructurales y una falta de visión estratégica que podrían comprometer su éxito a largo plazo.
En 2023, Asia y el Pacífico reabrieron al turismo internacional, con China a la cabeza, recuperando su posición como el país que más gasta en turismo internacional con 196.5 mmdd, superando a Estados Unidos con 150 mmdd. Este renacimiento asiático no solo reconfigura el panorama global, sino que subraya la necesidad urgente de una estrategia adaptativa en México para atraer a estos turistas, algo que el país aún no ha implementado adecuadamente.
Durante la pandemia de 2020, países como México se beneficiaron del cierre de fronteras en Asia y Europa. Sin embargo, con la reapertura global, estos países están recuperando sus viajeros, desafiando a México a mantener su posición sin depender únicamente de circunstancias extraordinarias. La falta de una promoción turística robusta y una estrategia global coherente agravan esta situación.
Francia, España y Estados Unidos no solo lideran en cifras de turistas, sino también en estrategias efectivas. Francia, con 100 millones de llegadas de turistas internacionales en 2023, encabeza la lista, seguida por España (85 millones) y Estados Unidos (66 millones). México, aunque entre los diez destinos más visitados, enfrenta problemas graves en infraestructura que frenan su crecimiento.
Aeropuertos saturados y en mal estado, como el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, carreteras inseguras y una oferta de alojamiento que no siempre cumple con los estándares internacionales son barreras significativas. Mientras que Francia invierte 1.9 mil millones de euros en su plan Destination France y Estados Unidos destina 510 mmdd en promoción turística global, la estrategia mexicana sigue siendo dispersa y poco efectiva.
La oferta turística de México está excesivamente concentrada en destinos de sol y playa, como Cancún y Los Cabos, sin explotar adecuadamente su potencial en turismo cultural, ecológico y de aventura. Países como Italia y Turquía han diversificado exitosamente sus ofertas, atrayendo a turistas interesados en su rica herencia cultural y paisajes variados. México, con su vasta historia y biodiversidad, tiene una oportunidad dorada que no está aprovechando.
Además, la percepción de inseguridad sigue siendo un factor disuasivo para muchos turistas internacionales. Aunque destinos turísticos de renombre trabajan arduamente para garantizar la seguridad, México aún lucha contra una imagen de violencia y crimen que disuade a potenciales visitantes. Esto contrasta con destinos como Japón, Corea y Canadá, donde la seguridad es un pilar fundamental de su atractivo turístico.
A pesar de los incrementos en ingresos y número de turistas, las tasas de crecimiento en México están disminuyendo. El gasto de los turistas internacionales en abril de 2024 registró un incremento anual del 3%, el alza más débil desde noviembre de 2023. Más preocupante es la caída de México en el ranking de captación de divisas turísticas, perdiendo cinco lugares en 2023 y ubicándose en el sitio 15 con un monto histórico de 30,809 mmdd.
México tiene el potencial para ser un líder turístico global, no solo en número de visitantes sino también en calidad de experiencia y captación de divisas. Sin embargo, esto solo será posible si se abordan las deficiencias actuales con una visión estratégica clara, inversión en infraestructura, promoción internacional efectiva y una diversificación de la oferta turística.
El turismo en México muestra signos de crecimiento, pero este éxito es frágil y podría ser ilusorio si no se abordan los problemas fundamentales. Es tiempo de que México despierte de su miopía estratégica y reconozca la relevancia del turismo como un pilar esencial de su economía y desarrollo. Solo un enfoque renovado y vigoroso permitirá al país no solo mantener sino también mejorar su posición en el competitivo panorama turístico global.