Todo indica que a mediados del año que viene se estaría concluyendo un proceso licitatorio de 234 nuevas estaciones de radio comerciales en FM y 85 en AM en todo México. Acapulco, Cancún, Puerto Vallarta, Tulum, Mazatlán, Hermosillo o Mérida están entre las plazas que incluye el proyecto de bases de licitación que el Instituto Federal de Telecomunicaciones sometió a consulta pública; dicho proceso terminaría hoy, pero a petición de la CIRT fue prorrogado por 10 días hábiles más (aquí el proyecto de bases http://www.ift.org.mx/industria/consultas-publicas/consulta-publica-del-proyecto-de-bases-de-la-licitacion-no-ift-8).
La primera licitación de estaciones de radio, la IFT-4, se llevó a cabo en 2017 y fue histórica porque se trató de la primera vez en que se otorgaron concesiones de radio comercial vía licitación en el país, anteriormente la asignación era discrecional. Se licitaron 257 estaciones, de las cuales sólo 141 fueron finalmente otorgadas, bien porque las restantes quedaron desiertas o porque no se pagó el precio ofrecido en la subasta. Así, aunque la licitación anterior tuvo sus tropiezos, como el asunto de la empresa Tecnoradio que fue un escándalo, o porque se cayó el sistema al inicio de las pujas, en todo caso marcó un hito en la historia de la radiodifusión en México.
Ahora la licitación IFT-8 tendrá modificaciones respecto de su antecesora, pero hay que destacar que el procedimiento será básicamente el mismo: una subasta simultánea ascendente vía electrónica, es decir, los participantes presentarán sus posturas a través del sistema electrónico del IFT y el que ofrezca la mayor cantidad se quedará con la frecuencia. En todo caso, será tomado en cuenta el límite de acumulación de espectro por localidad. Aquí le menciono algunos elementos importantes para tomar en cuenta en esta licitación:
1. Garantía de seriedad.
Esta quizás es la diferencia más importante. En la IFT-4, los participantes presentaban una garantía por cada localidad en la que tuvieran interés, por decirlo de alguna manera, las garantías estaban “etiquetadas”. En la IFT-8 se propone que exista una garantía “genérica” que ampare una cantidad determinada sin incluir nombres de localidades, de tal suerte que durante el proceso de subasta, el participante pueda ir decidiendo “en caliente”, por cuáles puja o bien dejar de hacerlo por alguna y cambiarse a otra, siempre que el monto o puntos de su garantía le alcancen para ello, para lo cual cada una de las localidades tendrá previamente un valor en puntos. Esto dará un grado de mayor complejidad y especulación a la subasta, aunque la hace más flexible, por lo que deberá llevar de la mano una mejora en el sistema informático y de supervisión a fin de evitar la inestabilidad que se padeció en la IFT-4 e identificar especuladores.
2. Valor mínimo de referencia (VMR).
Aunque todavía el IFT no da a conocer el precio de arranque de las estaciones, lo cierto es que en la IFT-4, por tratarse de la primera licitación, no había un parámetro —valor de mercado— robusto y hubo enormes sorpresas, por ejemplo, por una estación en Cancún se pagó 86 millones de pesos y su VMR era de menos de 2 millones de pesos. Ahora el IFT está obligado a tomar en cuenta, como un elemento para los nuevos VMR de la licitación IFT-8, lo que se pagó por las estaciones en la anterior licitación, lo que no implica de ninguna manera que se partirá de ese valor.
3. Costo de prórrogas.
La industria está muy pendiente de esta licitación pues, como usted sabe, los precios en que se asignen finalmente las frecuencias incidirán de manera importante en el valor de las prórrogas de las estaciones existentes.
4. Política y publicidad oficial.
Este tema es un factor fundamental; uno de los incentivos más importantes para adquirir y operar una estación de radio comercial es el tema económico, pero también el político por tratarse de un medio de comunicación. Tradicionalmente, la publicidad gubernamental ha funcionado como zanahoria o garrote entre los gobiernos y los medios, asignando millonarias cantidades por publicidad gubernamental a aquellos que “colaboran” o excluyendo a los medios cuya línea editorial les es adversa. Lo cierto es que aún no queda clara cuál será la política de asignación de publicidad oficial, pero de cualquier forma el escenario político federal y local es radicalmente distinto al existente durante la IFT-4, veremos cómo incidirá en esta subasta, máxime que se trata de un mercado que cada vez se diversifica más con otros medios alternativos como el de las redes sociales.
miembro del Comité de Participación Ciudadana del SNA.
Este artículo refleja su posición personal.
@soyirenelevy