Gustavo Sosa Núñez

En estos días suceden dos eventos internacionales que merecen nuestra atención para visualizar el camino que está siguiendo la protección ambiental y la mitigación y adaptación al cambio climático.

Por una parte, recientemente se llevó a cabo, en Colombia, la 16ª Conferencia de las Partes (COP16) del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CBD), enmarcada por proyecciones que indican que se agrava la crisis de la biodiversidad. Ahí destacó la aprobación por consenso del reconocimiento de la contribución de las comunidades indígenas, afrodescendientes y comunidades locales a la preservación y el cuidado de la biodiversidad; buscando así darles un papel central en las futuras decisiones sobre el tema. También se adoptó un acuerdo para proteger la salud humana de los crecientes problemas de biodiversidad, y la creación de un fondo mundial – voluntario – para establecer pagos por el uso de secuencias genéticas digitalizadas por parte de grandes farmacéuticas, agroindustrias y empresas de la biotecnología, llamado Fondo de Cali (ciudad sede de la COP16), que se espera sirva para distribuir los beneficios en los países de donde se obtuvo la información genética.

En sentido contrario, no hubo novedades sobre la aportación voluntaria de países ricos para financiar la conservación de la biodiversidad. Las negociaciones para crear un nuevo fondo para la biodiversidad quedaron pendientes. No hubo consenso para movilizar fondos debido a las diferentes perspectivas sobre la figura que pudiera coordinar las acciones, pues algunos representantes de países proyectaban que fuese una instancia diferente al Fondo Mundial para el Medio Ambiente (GEF, por sus siglas en inglés), ya que ahí participa en la toma de decisiones Estados Unidos, que no ha ratificado el CDB, y que tuvo un rol pasivo durante la misma COP16. Por su parte, países europeos señalaron que la creación de un nuevo fondo no necesariamente implica la recepción de recursos, y que la fragmentación del panorama financiero vinculado a la biodiversidad no coadyuvaría al fin último que se busca. A pesar de las largas negociaciones, la falta de acuerdo sobre la financiación ocasionó que, eventualmente, se perdiera el cuórum y que la COP16 quedara “suspendida”, de acuerdo al portavoz del evento.

En este mismo mes, los países se reunirán nuevamente en Azerbaiyán para la COP29 de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC), que es el segundo evento internacional a comentar en esta contribución, donde también se espera tratar el financiamiento de países ricos a pobres para hacer frente a los costos climáticos. Y también es esperable que los países ricos continúen renuentes a contribuir monetariamente; en parte debido a la reducción de presupuestos para ayuda internacional, como es el caso de varios países europeos.

De inicio, la designación de este país como sede de la COP29 fue cuestionable por ser proclive a los combustibles fósiles, al ser reconocido como un importante productor de gas

natural, así como de petróleo; independientemente de que se ha comprometido a generar energía verde a través de inversiones en tecnología eólica, solar y de captura de carbono. Con esta carta de presentación, el país reitera los objetivos de reducción de emisiones para mantener la temperatura por debajo de un incremento de 1.5°C y planea basarse en dos pilares que se complementan mutuamente. Uno refiere a aumentar la ambición en los planes nacionales y en la transparencia; otro comprende la acción necesaria a través del financiamiento. Para ello se contempla la participación de diversos sectores para argumentar que el proceso de la COP29 es inclusivo.

Habrá que ver cómo se desarrolla y concluye la COP29 de la CMNUCC, y si tiene el mismo destino de la COP16 del CBD, pues el tema que descarriló las discusiones en Colombia puede ser el mismo que afecte las negociaciones en Azerbaiyán. De ser el caso, se confirmaría en dos foros mundiales, en un lapso menor a un mes, que el problema principal para abordar las problemáticas ambientales, de diversidad y climáticas es la falta de acuerdos sobre cómo proceder con la generación de recursos monetarios para enfrentar la crisis planetaria que actualmente se vive.

Con información de:

Carrington, D. (octubre 23, 2024). Cop29 host Azerbaijan set for major fossil gas expansion, report says. The Guardian. Disponible en: .

Convention on Biological Biodiversity. (2024). United Nations Biodiversity Conference. COP 16 / CP-MOP 11 / NP-MOP 5. 21 October - 1 November 2024. Disponible en:

COP29 Presidency. (2024). In solidarity for a green world. Disponible en:

Fernyhough, J. (noviembre 2, 2024). COP16 fizzles out as rich countries block global nature fund. Politico. Disponible en:

Pachano, C. (noviembre 3, 2024). EE UU se quedó al margen en la COP16 celebrada en Cali. Cambio16. Disponible en:

Paul, S. (noviembre 3, 2024). COP16 Delivers on Indigenous Peoples, Digital Sequencing, But Fails on Finance. Inter Press Service. Disponible en:

Spring, J. (noviembre 3, 2024). Public funding for nature conservation stalls at COP16. Reuters. Disponible en:

Gustavo Sosa Núñez, investigador del instituto mora
Gustavo Sosa Núñez, investigador del instituto mora

Gustavo Sosa Núñez es Profesor-Investigador en el Instituto Mora. Doctor en Ciencia Política y Maestro en Relaciones Internacionales por la Universidad de East Anglia. Realizó una estancia posdoctoral en la FCPyS de la UNAM. Miembro del Sistema Nacional de Investigadoras e Investigadores, nivel II. Sus intereses de investigación refieren al enfoque ambiental de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, y la política ambiental y de cambio climático en México, y a escala regional e internacional.

@gssosan

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