Del 5 al 10 de septiembre de 1934 se celebró en la ciudad de Nuremberg, Alemania, la sexta edición del Congreso Nacional del Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán, conocido también como Partido Nazi. El evento fue considerado como la reunión anual de mayor importancia para el régimen que había llegado al poder tan sólo un año antes. A la celebración asistieron alrededor de 700,000 personas entre militantes y simpatizantes del partido; y desde luego su líder, Adolfo Hitler.
Aquella semana de septiembre se convirtió en una demostración eufórica del poder militar e ideológico nazi, en plena consolidación. El evento debía trascender la mirada de los asistentes, mostrarse a todo el pueblo alemán. Para el Partido Nazi propagar su ideología e imagen era fundamental, y en ese sentido Hitler tenía muy claro el poder del cine.
La bailarina, actriz y recién directora de cine Leni Riefenstahl, con apenas 32 años, fue designada para documentar el Congreso, con la idea de producir una obra que superara la calidad de los noticieros de la época. Se filmaron 30 mil metros de película con los cuales la realizadora, quien también fue la montajista, trabajó durante 5 meses, apoyada por otras mujeres que clasificaron el material hasta llegar a los 3 mil metros que dieron origen al filme conocido como El triunfo de la voluntad. No cabe duda de que la película, estrenada el 28 de marzo de 1935 en el afamado Palast am Zoo de Berlín, trascendió su época y es considerada por muchos como una de las obras más importantes en la historiografía del cine documental y de la propaganda fílmica. Sobre El Triunfo de la voluntad se ha dicho mucho; no obstante, es importante hablar de su realizadora y de sus aportes a la forma fílmica, algunos de los cuales fueron incluso adoptados por el cine de ficción.
Riefenstahl (quien vivió más de cien años, 1902-2003) fue una figura controvertida. Tras la caída del régimen encabezado por Adolfo Hitler, negó haber colaborado con el nacismo, cierto es que no perteneció al Partido. En sus memorias, publicadas a sus 85 años (1987), Leni se muestra como una artista obligada por las circunstancias a cumplir los designios del Führer y lograr de esa manera obtener la “libertad” para hacer las obras cinematográficas de su interés. Esta versión como toda memoria, es una adecuación sobre el pasado narrada bajo las circunstancias del presente.
Hitler sentía una profunda admiración por Riefenstahl. Su opera prima, La luz azul (estrenada en 1932, donde además de ser la directora fue guionista y actriz principal), encantó al Führer. Riefenstahl comenzó a actuar desde 1926 en películas de cine alpino, representaba a la heroína bella y de gran fortaleza; sin duda, un modelo para la mujer alemana. Aun cuando La luz azul tuvo un éxito moderado, demostró que Riefenstahl podía dirigir. Por su parte, el Partido Nazi una vez en el poder, implementó una amplia estrategia propagandística con el doble objetivo de consolidarse ideológicamente entre la población alemana, y además mostrar un gran poderío al exterior. El cine, establecido como el medio masivo de mayor impacto e influencia en la población, fue adoptado por el régimen como vía para la difusión a gran escala. Durante el nazismo, la industria cinematográfica alemana atravesó un proceso de homogenización y control por parte del Ministerio de Propaganda.
De manera particular, en 1933 Hitler encargó a Riefenstahl que hiciera un documental artístico sobre el quinto Congreso del Partido. La obra resultante fue la película La victoria de la fe. Durante su filmación Riefenstahl sorteo un sinfín de contratiempos e incluso sabotajes, derivados del escaso apoyo ofrecido por el ministro de propaganda alemán, Joseph Goebbels, con quien, según la propia Riefenstahl, tuvo una relación tortuosa resultado de su negativa a sostener un contacto de mayor intimidad. La película, extraviada durante muchos años, no cumplió con las expectativas de la realizadora; no obstante, durante su filmación adquirió una fascinación por plasmar cinematográficamente los hechos reales “sin falsearlos”.
Al año siguiente, el Führer encargó nuevamente a Riefenstahl documentar el Congreso (en su sexta edición), esta vez le garantizó plena libertad creativa y presupuestal, además según la realizadora, se comprometió a no solicitarle otras obras posteriormente. Tras acceder, Riefenstahl inició un periodo de planeación y preparación intenso con el fin de diseñar las tomas que cada cámara haría.
Durante la filmación Leni dirigió a 18 operadores de cámara, cada uno con un ayudante, tuvo a su disposición el apoyo de aproximadamente 130 personas, además de automóviles, grúas, ganchos, un avión e incluso un zeppelin . A ello se sumó el apoyo logístico brindado por las autoridades de la ciudad de Nuremberg. Todos estos elementos reunidos con el objetivo de ser aprovechados de forma creativa.
La estrategia de Riefenstahl consistió en captar de forma dinámica y versátil el evento, incluso si lo filmado permanecía estático. Por ejemplo, para filmar los largos discursos, se montaron rieles circulares que mostraban al orador en un movimiento envolvente. En todo momento la película es movimiento: tomas aéreas, travellings , camarógrafos en patines o montados en elevadores diseñados especialmente para captar la grandeza de los acontecimientos.
Además del uso del espacio, en El triunfo de la voluntad destacan las tomas con telefotos, algunos diseñados a medida para captar al líder a gran distancia. La película resulta un juego de planos amplios en consonancia con planos cerrados, la majestuosidad y el detalle a manera de metáfora, en un baile inspirado por la pasión de quien por muchos años se dedicó al baile. Los elementos tecnológicos, la forma de aprovechar el espacio y la visión de movimiento de este documental, resaltan la forma creativa de concebir la imagen en movimiento.
El triunfo de la voluntad fue estrenado en un evento especial al que asistió Hitler, la película tuvo un gran éxito en taquilla y fue premiada internacionalmente en la Bienal de Venecia de ese año, además de recibir el Gran Premio de la Exposición Mundial de París en 1937. Al documental siguió un interesante libro publicado por la cineasta en 1935 denominado Detrás de escenas de la película de la Congreso Nacional del Partido, donde además de contar su experiencia durante la realización, se colocaron numerosas fotografías de la filmación. Imágenes en las que se puede observar a la apasionada cineasta en el ejercicio de su profesión, en diálogo con el performance del evento. Vemos el proceso de construcción de la infraestructura necesaria para colocar las cámaras y micrófonos, fotos de la directora planeando sus encuadres, y el resultado de algunos de ellos, e incluso algunas tomas del trabajo de catalogación y montaje.
Si el documental ha sido materia de análisis cinematográfico desde entonces, el libro y sus fotografías merecen especial interés, en él se puede observar el contexto de su producción y
la relación que los actores sociales tuvieron en su momento. Por ejemplo, algunas fotografías de Riefenstahl junto al Führer, sugieren una relación de simpatía personal entre ambos. De tal manera que las fotografías que ahí aparecen confrontan de cierta manera lo dicho por la propia Riefenstahl en sus Memorias , escritas varias décadas después, en las que señala lo infeliz que la hacía sentir realizar estas películas para Hitler. Son dos visiones muy diferentes, no es gratuito que años más tarde la misma Riefenstahl negara la autoría de este libro que da cuenta de la filmación.
Pese a la promesa Hitler, El triunfo de la libertad no fue el último documental que Riefenstahl realizó durante la gestión nazi, a él siguieron Día de la libertad: nuestras Fuerzas Armadas (1935) y Olimpia (1938). Éste último documental, igualmente famoso y trascendente a su época, al grado de marcar la representación de los Juegos Olímpicos desde entonces. El triunfo de la libertad proyectó a Riefenstahl como figura del cine alemán de la época y en términos tecnológicos y creativos marcó un parteaguas a nivel mundial en el ámbito de la realización documental, la historiografía en la materia no puede prescindir de sus aportes.
Estas obras marcaron la vida de Leni Riefenstahl. Su controvertida figura es como un caleidoscopio; su obra fílmica, sus escritos y fotografías del momento contrastan con sus recuerdos y memorias, plasmadas décadas adelante, cuando el convulso torbellino de la guerra parecía haberse asentado.
Referencias:
Bibliografìa Riefenstahl, Leni, Behind the scenes of the National Party Convention Film, Central Publishing House, Munich, 1935.
—, Memorias, Lumen, Barcelona, 2013.
Filmografía La luz azul, Leni Riefenstahl, 1932, Alemania, 79’. La victoria de la fe, Leni Riefenstahl, 1933, Alemania, 64’. El triunfo de la voluntad, Leni Riefenstahl, 1935, Alemania, 110’. Día de la libertad: nuestras Fuerzas Armadas, Leni Riefenstahl, 1935, Alemania, 17’ (versión corta). Olimpia, Leni Riefenstahl, 1938, Alemania, 115’.
LILIA GARCÍA TORRES
Doctorante en Estudios Latinoamericanos en la UNAM, donde investiga la producción audiovisual de los grupos guerrilleros salvadoreños. Es integrante del Laboratorio Audiovisual de Investigación Social (LAIS-Instituto Mora), donde coordina el proyecto de investigación “Mujeres Documentalistas en México, 1970-1985”. Ha publicado artículos en la Revista de Humanidades y Ciencias Sociales de El Salvador y en Iztapalapa , Revista de Ciencias Sociales, así como algunos capítulos de libro. Es co-realizadora del documental Trinchera sonora . Voces y Miradas de Radio Venceremos (2018) y realizadora del documental Polinizadorxs. Resitencia en la Península (2022). Cofundadora e integrante de ReDoc Investigación, impulsora del primer Editatón Mujeres documentalistas a la wiki, e integrante del seminario interinstitucional Documental e Investigación, impulsado por el LAIS.
FELIPE MORALES LEAL
Doctorante en Estudios Latinoamericanos por la UNAM, integrante del Laboratorio Audiovisual de Investigación Social del Instituto Mora desde su fundación en el año de 2002; en el marco de este espacio ha colaborado en diversos proyectos de investigación y divulgación del conocimiento social.
Por más de una década se ha dedicado al estudio de la exhibición cinematográfica en la Ciudad de México, abordando sus transformaciones y la forma en que estas han afectado a los asistentes.
Integrante del Seminario Documental e Investigación donde participa del análisis del cine documental y sus autores; así como de la red ReDoc Investigación. Desde el año 2002 ha publicado artículos en libros y revistas abordando diversos temas de investigación basados principalmente en fuentes audiovisuales y testimonios orales.
Ha hecho investigación, guionismo y realización de varios documentales del propio Instituto Mora. Desde el año de 2007, forma parte del programa académico impulsado por el Laboratorio consistente en la impartición de Cursos y Talleres. Actualmente es docente de la Licenciatura en Historia del Instituto Mora.
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