Ana Carolina Gómez Rojas
El escenario político y social de México en los últimos años ha estado marcado por una fuerte carga de tensiones socioambientales, muchas de las cuales serán un desafío para Claudia Sheinbaum en su nuevo cargo. A pesar de que el expresidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) cerró su mandato con una notable aprobación popular, que superaba el 70%, según encuestas como la de El Universal, su legado en términos de política ambiental y conflictos territoriales es uno de los temas más complejos que Sheinbaum deberá enfrentar.
Uno de los aspectos que ha caracterizado al mandato de López Obrador es la gran cantidad de conflictos socioambientales que surgieron o se intensificaron bajo su gestión. Según datos del Observatorio de Conflictos Socioambientales de la Universidad Iberoamericana, entre 2017 y 2021 se registraron 389 conflictos de este tipo en todo el país. Estos conflictos tienen raíces diversas, pero en su mayoría están relacionados con la implementación de megaproyectos que tienen un alto costo para las comunidades locales, sobre todo aquellas que habitan territorios rurales y zonas indígenas. Los proyectos extractivistas son una fuente importante de esta conflictividad, ya que a menudo implican el desplazamiento de comunidades, la sobreexplotación de recursos naturales y el deterioro del medio ambiente.
Para Sheinbaum, el reto no será solamente abordar estos conflictos desde una perspectiva técnica o de gestión, sino reconocer la dimensión social y política que los atraviesa. Muchos movimientos sociales que han surgido en defensa de los territorios se sienten traicionados por las políticas de AMLO, quien a pesar de haber prometido una "cuarta transformación" para el país, terminó favoreciendo proyectos que vulneraron los derechos de estas comunidades.
Sheinbaum también hereda un escenario económico que limitará sus capacidades para implementar una agenda ambiental ambiciosa. Los presupuestos federales son ajustados, lo que impone restricciones en la inversión pública para proyectos de transición energética y conservación ambiental. Además, México enfrenta una creciente demanda de energía, impulsada tanto por su desarrollo industrial como por el aumento en el consumo doméstico, lo que genera una presión añadida para diversificar las fuentes de energía y garantizar el suministro.
La empresa petrolera estatal, Petróleos Mexicanos (Pemex), pilar del sector energético, atraviesa una crisis financiera importante, con altos niveles de endeudamiento. La cuestión energética será uno de los temas centrales en la administración de Sheinbaum, quien durante su campaña manifestó su intención de ampliar las infraestructuras de energías renovables. Este planteamiento la diferencia de su predecesor, AMLO, quien se enfocó en fortalecer a Pemex y en mantener la explotación de combustibles fósiles como eje central de la política energética del país.
Sin embargo, Sheinbaum ha dejado claro que no pretende abandonar a Pemex, sino más bien mantenerla bajo control estatal, lo que genera interrogantes sobre cómo logrará equilibrar su apoyo a la petrolera con el impulso necesario hacia una descarbonización de la matriz energética mexicana. Esta dualidad en su planteamiento ha generado críticas tanto de ambientalistas, que esperan un compromiso más firme con las energías renovables, como de sectores más
conservadores que ven con escepticismo la capacidad del Estado para liderar una transición energética sostenible.
A pesar de estas tensiones, Sheinbaum ha mostrado su interés en avanzar hacia un modelo energético más sostenible. Durante su campaña, destacó su intención de ampliar el uso de energías renovables como la solar y la eólica. En este sentido, su enfoque contrasta con el de AMLO, quien priorizó la explotación de los recursos fósiles como el petróleo y el gas.
Para lograr lo que se propone, es clave que Sheinbaum cuente con propuestas claras para abordar las tensiones socioambientales que ha heredado. Existen importantes insumos en ese sentido. Algunos vienen de la academia como el ejercicio "Agenda socioambiental 2024: diagnósticos y propuestas", coordinado por Leticia Merino y Cecilia Navarro. Allí se subraya la importancia de una política ambiental que no sólo se enfoque en la conservación de los recursos naturales, sino que tenga en cuenta las dimensiones sociales, económicas y culturales de los territorios afectados. Además, se recomienda fortalecer los mecanismos de participación ciudadana y de consulta previa, especialmente en proyectos de gran envergadura como el Tren Maya, que tienen un impacto directo en las comunidades locales.
Otros insumos importantes vienen desde las organizaciones sociales que defienden los territorios con una visión ecofeminista, y que buscan tener eco en el mensaje de Sheinbaum: “es el tiempo de las mujeres”. Es el caso de la “Agenda de las mujeres rurales frente a la emergencia climática”, presentada el pasado 23 de octubre en la Cámara de Diputados y promovida por organizaciones como Engenera, Corason, el Colecivo Huizache, Comunicación y Educación Ambiental, la Heinrich Böll Stiftung, el espacio Bruja bordadora e incendiaria y Ke'gua Rerichejui A.C.
Con este panorama, Sheinbaum deberá encontrar un delicado equilibrio (si es que existe) entre apoyar y fortalecer las empresas nacionales de producción de energía y avanzar hacia una transición energética efectiva a través de energías renovables. El éxito de su gestión dependerá en gran medida de su capacidad para generar consenso, promover la participación ciudadana y garantizar que los proyectos de desarrollo económico respeten los derechos de las comunidades afectadas. Las decisiones que tome en torno a estos temas serán decisivas para definir el rumbo ambiental y social de México en los próximos años.
Ana Carolina Gómez Rojas.
Ana Carolina Gómez Rojas es profesora-investigadora del Instituto Mora. Sus líneas de investigación se vinculan con la reconstrucción de las relaciones políticas en escenarios de conflictividad socio-ambiental. En su trabajo docente cubre áreas de teoría social y política, así como diseño cualitativo de la investigación. Cruzada por la docencia, la investigación y la maternidad, intenta construir reflexiones y prácticas desde y para el cuidado.