Desde el inicio de su campaña la presidente electa manifestó que daría continuidad al modelo obradorista, pero ¿cuáles han sido para los ciudadanos los beneficios de las iniciativas y proyectos del actual sexenio?
La ciencia y los números no mienten. Si Claudia decide apegarse al conocimiento y la realidad, difícilmente podrá mantener las ilusiones y pulsiones que han caracterizado a su jefe histórico.
Durante este sexenio, los mexicanos que reciben el salario mínimo vieron cómo se triplicó su sueldo; sin embargo, este aumento fue carcomido por una inflación aplastante y un incremento en la canasta básica que llegará en 2024 a 30%. ¿De qué sirvió el aumento si en la ecuación final el poder adquisitivo terminó siendo el mismo?
La iniciativa de incorporar la Guardia Nacional a la Sedena venía con la promesa de por fin alcanzar la paz. Tristemente, el resultado queda a deber, más de 195 mil homicidios sólo puede ser plausible en la imaginación de quienes habitan en un palacio.
Cuál ha sido el beneficio para los ciudadanos –no para los grandes empresarios, militares y cercanos del presidente– de la enorme inversión del Tren Maya, el AIFA, Dos Bocas, la aerolínea Mexicana y otros proyectos deficitarios. ¿Dónde están los dividendos de los 4.5 billones de pesos en deuda y del billón que resultó de la extinción de los fideicomisos?
Qué futuro le espera a Pemex y CFE sin una reingeniería financiera, organizacional y operativa; anclados en la fallida estrategia del Estado-empresario que sólo defienden y promueven los gobiernos autócratas en nombre de una presunta utilidad nacionalista.
¿Quién puede enlistar las ventajas de desaparecer el Seguro Popular? ¿Tenemos un mejor sistema de salud que hace 6 años? El desaparecido Insabi, que prometía dar servicio a todos los mexicanos, terminó por no atender a ninguno. Por el contrario, el dinero que recibe la gente de los programas sociales termina destinado a comprar medicinas o paliar con el médico de farmacia la desaparición de los servicios públicos de salud.
Cuáles fueron las ventajas de entregar los megaproyectos al Ejército, que lejos de ahorrar duplicaron y triplicaron el presupuesto inicial y terminaron costando más que grandes obras de infraestructura en países del primer mundo, como la estación de trenes subterránea de Stuttgart, que con poco más de la mitad del costo de Dos Bocas, permitió recuperar 250 hectáreas de superficie y mejorar 3,500 veces el flujo del tránsito de toda Europa.
¿Quiénes sí se beneficiaron? Muchos políticos, familiares y amigos que compraron terrenos en los alrededores de las obras o que se adjudicaron contratos que les permitieron pasar de choferes y comerciantes, a empresarios millonarios de la noche a la mañana.
En cambio, el ciudadano de a pie quedó relegado, condenado al abandono y obligado a padecer un día sí y el otro también la falta de mantenimiento en los servicios públicos. Basta ver las largas filas de gente esperando, en medio de la noche y de la lluvia, camiones implementados de emergencia debido al desalojo del Metro por fallas mecánicas cada vez más frecuentes, o la multitud de personas que desde temprano se aglutinan en las farmacias de clínicas y hospitales esperando recibir sus medicamentos.
En el derecho, heredar no te obliga a asumir un destino inamovible dictado por el testador, los herederos pueden decidir continuar con los aspectos positivos y deslindarse de aquellos que fracasaron.
¿Cuál es la herencia que quiere continuar? ¿La del México con cada vez menos acceso a los servicios básicos, la de los ciudadanos olvidados, la de la polarización donde se gobierna para los amigos y se excluye a los adversarios? Si Claudia quiere construir su propia historia, más allá de la narrativa de ser la primera mujer presidente, debe dejar de lado las distinciones partidistas e ideológicas, entender que todos los que votamos, lo hayamos hecho por ella o no, somos parte de esta nación y en consecuencia gobernar para todos.
Notario y exprocurador de la República.