En cuatro años, tendremos la oportunidad de vivir —una vez más— los Juegos Olímpicos, los cuales se estarán celebrando en Los Ángeles; sin duda alguna, México se podrá sentir como local, ya que está muy cerca de nuestra tierra, además de que es la ciudad en donde más paisanos radican, después de la Ciudad de México.
Esta semana, estamos viviendo un cambio de administración nacional. Por primera vez, nuestra nación tendrá una Presidenta, lo cual nos permite explorar nuevas áreas de oportunidad y tener la esperanza de que las cosas pueden mejorar para el sistema deportivo mexicano, ya que —en algunas ocasiones— sólo estamos pensando en el alto rendimiento, pero me parece que la labor es mucho mayor y los retos son más interesantes. El nuevo titular de la Conade tiene esa misión histórica: cambiar el sistema deportivo de nuestro país, desde las raíces, promocionar el deporte como preventivo y arma principal, para evitar la obesidad, delincuencia, drogadicción y tratar de recuperar todo el tejido social.
El nuevo titular será Rommel Pacheco, un joven exclavadista de 38 años de edad. No logró una medalla olímpica, pero estuvo en lo máximo de su disciplina, consiguiendo estar entre los tres primeros lugares del mundo de 2013 a 2019. Multimedallista panamericano. No quiero caer en ese cliché, diciendo que él sabe lo que necesitan los atletas. Lo que debe saber es que México requiere un cambio en su estructura deportiva. Es ahí donde está el reto.
Se deben contemplar algunos puntos básicos para lograr esta transformación. Hay que retomar la relación con el Comité Olímpico Mexicano, recuperar las instalaciones del CDOM, modernizarlas y —sobre todo— buscar talento que pueda ir creciendo poco a poco. Impulsar la realización de torneos internacionales, en donde los jóvenes mexicanos tengan roce con atletas de otros países, lo cual es muy bueno.
Mejorar las instalaciones —en general— para los jóvenes mexicanos, tanto en la capital como en el interior de la República.
Impulsar la capacitación de los entrenadores nacionales, para que mejoren los resultados generales y —como punto principal— el uso correcto del recurso.
Es fundamental que Rommel entienda y piense como un administrador, gestor e impulsor del deporte; se aleje de politiquerías, grillas y favoritismos.
@husseinforzan