Hemos visto cómo México se ha convertido en un escenario recurrente para los grandes eventos deportivos. No cabe duda que el broche de oro será la Copa del Mundo en 2026. Por mucho tiempo, hemos sido unos críticos constantes de la falta de infraestructura de algunos escenarios deportivos, pero hemos podido tener convenios con grandes instituciones a nivel mundial, las cuales cuentan con un nivel de exigencia muy alto.
Podemos hacer un recorrido en el tiempo para recordar cómo nuestra nación ha sido capaz de albergar momentos históricos en el deporte. Si vamos al siglo pasado, debemos mencionar los Juegos Olímpicos de 1968 y las Copas del Mundo de 1970 y 1986. De igual forma, el Mundial Sub-17. En tiempos más recientes, juegos oficiales de NFL, NBA y MLB. Julio César Chávez y Saúl Álvarez son los protagonistas de dos peleas de calidad mundial, en escenarios que superan los 50 mil espectadores. No se diga la Fórmula 1, además de innumerables eventos de carácter nacional que ponen a prueba nuestra capacidad de organización.
Esto conlleva grandes responsabilidades y, así como somos capaces de señalar y criticar, también debemos hacer comentarios constructivos en torno a estos eventos. Hay una responsabilidad no sólo para el organizador, porque participan muchas instancias locales, estatales y federales, ya sea de seguridad, comunicación, difusión, patrocinios, operatividad y demás.
Debemos tomar en cuenta que nuestro país es un territorio en crecimiento. Apenas 10 ciudades superan el millón de habitantes. Está en desarrollo y no en todas las ciudades que mencionaré podemos encontrar escenarios de nivel mundial.
Todo podemos centralizarlo en Monterrey, Guadalajara y la CDMX, tres territorios que se llevan el protagonismo. Para hacer estos eventos, se debe considerar infraestructura hotelera, transporte, restaurantes, capacidad vial, escenarios con todos los servicios; incluso, una buena empresa de boletaje, patrocinadores, y a todo esto se le pueden sumar muchas cosas más.
Las ciudades que superan el millón, son: CDMX, Tijuana, Ecatepec, Puebla, León, Guadalajara, Monterrey, Ciudad Juárez, Zapopan y Nezahuacóyotl. No todos estos sitios tienen la capacidad de organizar eventos como los mencionados con anterioridad. Todo esto nos lleva a dar un aplauso a quienes ponen el dinero y —sobre todo— las ganas para poderlo lograr, y de esta forma poner en alto el nombre de México.