Sin duda alguna, los deportes han sido históricamente lo que ha mantenido viva a la televisión, pero cada día que pasa, la TV ha dejado de ofrecer ese producto, salvo algunos eventos que —sin duda— son ineludibles por su convocatoria. Pero en el día a día, es bastante difícil ver deportes en la señal abierta.
Todo el contenido se ha ido a la televisión de paga, y después —poco a poco— se ha ido mudando a las plataformas digitales, ya sea mediante una página de internet o una aplicación móvil, en donde se han posicionado algunos productos y —sobre todo— se han atacado nichos muy específicos, como los de NFL, F1, NBA, MLB, etc.
El modelo de negocio ha cambiado, porque ahora el usuario tiene gran cantidad de canales, los cuales termina por no ver. Eso ha obligado a entregar un producto más específico y llevar al usuario a consumir lo que más le gusta.
En esta carrera, se suma un nuevo jugador. Se llama Netflix. Esta plataforma se ha posicionado por entregar contenido de gran valor, en donde hemos podido ver películas, series, documentales y entrevistas, pero ahora abre los ojos y empezará a producir eventos en vivo, ese producto que sólo el deporte puede entregar. Esto será el inicio de una competencia que, sin duda alguna, podrá tomar tintes muy interesantes, ya que el posicionamiento de esta plataforma es inmenso y eso podría ser la diferencia con otros jugadores.
Un factor que será clave es la creatividad para generar contenidos o comprarlos, entender bien quién es tu consumidor, para poder ofrecer el producto que está buscando. No se trata de competir y volver esto una cacería sangrienta, en donde el único afectado sea el aficionado. El objetivo es ofrecer un abanico de posibilidades, en donde la “exclusividad” se vuelva un factor importante. No se trata de gastar por gastar, se trata de poner el dinero en lugares clave, en donde el aficionado puede voltear y consumir.
Todo esto, sin olvidar la construcción de marca y la estrategia de comunicación, para que el consumidor sepa y decida dónde estar, qué consumir, entregar productos actuales y con el discurso adecuado, para tener dividendos.