Bien se dice que el deporte no es para los pobres, y me refiero a la posibilidad de ser dueño de un equipo de algún deporte profesional.

Afortunadamente, es la iniciativa privada y no se usa dinero del Gobierno. Para ser dueño en la NFL, a muchos empresarios les harían falta vidas y se debe contar con un patrimonio neto elevado que te permita tener la capacidad de mantener una franquicia en la Liga deportiva más valiosa.

No sólo es pagar sueldos y pensar en un título, ser dueño de un equipo implica más cosas: Impuestos, estadio, seguros, viajes... Familias enteras dependen de la inversión de estos personajes.

En muchas ocasiones, las empresas deportivas —como en el caso de México— dependen de otras. Tal es el caso de equipos y compañías como Oxxo, Corona, Tecate, Cemex, Televisa, TV Azteca, Cruz Azul, Coca Cola. Compañías que ponen en riesgo su inversión por el deporte.

En Estados Unidos y en la NFL no es la excepción. En la mejor Liga del mundo encontramos a Rob Walton, de los Broncos de Denver, quien es el dueño más rico de la NFL, ya que es parte de la familia más adinerada del mundo, que es propietaria de Walmart.

En segundo lugar está Jody Allen (Seahawks), hermana de Paul Allen, cofundador de Microsoft; y el tercer sitio es para David Tepper (Panthers), considerado el mejor administrador de fondos en su generación.

Esta lista la ha publicado Forbes y tiene una relevancia importante para dimensionar de dónde viene el dinero. Aún así, los triunfos no están asegurados.

Respecto a los Packers de Green Bay, la franquicia es propiedad de miles de accionistas. No hay un dueño individual. En este caso, también hay instituciones como Barcelona, Real Madrid y algunas otros en futbol, beisbol y basquetbol.

Bien dice el sports marketing: El dinero no son triunfos, el dinero te da estabilidad probablemente, pero no trofeos.

Existen franquicias en donde detrás del deporte hay grandes compañías, y eso no asegura nada. Podemos ver en México el caso de Cruz Azul, ya que es la compañía más importante de cemento hidráulico en toda Latinoamérica, y han sufrido en los temas deportivos.

¿Si usted tuviera esta cantidad, invertiría en un equipo?

Muchos de estos personajes invierten o gastan en su pasión o buscan pertenecer a un círculo cercano de personas, porque sólo así podrían convivir con ellas, al igual que acercarse a otros negocios que pueden generar fama.

¿Será el ego? El problema es que podría ser un gran traicionero. ¿Popularidad, podría ser, o querer ganar más dinero?

Eso lo cuestionaría, porque tendrían que establecer un modelo de negocio que no les permita ser presa de su pasión.

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