Muchos podrán criticar a la Liga MX. Hacerlo desde un escritorio o un sofá es lo más sencillo, pero nuestra Liga está en franco crecimiento.
Hemos visto cómo los estadios han registrado mejores entradas y los partidos han aumentado su nivel, al igual que el número de goles ha sido significativo. Como en cualquier latitud, también hay juegos aburridos o faltos de acción.
¿Cómo capitalizar todo esto?, ¿cómo aprovechar esta curva de crecimiento? Es una oportunidad de oro para los equipos y la propia Liga, considerando todos los factores sociales que estamos viviendo y nuestra capacidad económica, pero es momento de que acerquemos más el producto “futbol” a los aficionados.
Algunas propuestas que podríamos poner en la mesa son: Un mejor sistema de boletaje para la compra de entradas, que sean más ágiles los accesos y los servicios alrededor del estadio, que además del futbol, se pudiera tener un espectáculo extra, y que la experiencia no sólo sea de dos a cuatro horas. Poner en un costo accesible los artículos promocionales de los equipos, no sólo en playeras, sino que se desarrollen conceptos de fidelidad más potentes para los aficionados; un buen internet en los recintos deportivos y generar interacción con el aficionado en el momento, que además de comunicar, se genere una base de datos importante, una tienda en donde se puedan comprar artículos históricos y certificados, y más acciones que podrían significar dinero.
Todas estas medidas pueden ser una puerta al éxito económico y de fidelidad, lo cual sólo el deporte puede entregarnos. Hay algunos que dan su vida por los colores que defienden y también —con dinero— son capaces de gastar cualquier cantidad con tal de tener en su poder artículos que sólo ellos pueden comprar.
La curva del éxito debe ser aprovechada al máximo, ya que —como cualquier actividad de la Liga— también hay momentos críticos y de vacas flacas, como se dice comúnmente. Para un servidor, en este momento, nuestro futbol se encuentra en un nuevo ciclo mundialista y con ilusiones renovadas.
