Ante la clausura momentánea del estadio de la Ciudad de los Deportes, sale a la luz una crisis de inmuebles con pocas posibilidades, y las que existen son obsoletas. El tiempo nos ha cobrado factura en la Ciudad de México.
El estadio de la Ciudad de los Deportes se está cayendo. Las escaleras son peligrosas; los accesos, inoperables; los baños, asquerosos; la iluminación, pésima; hay áreas de las gradas oscuras, la comida no es lo más limpia, y este mismo fenómeno se vive en la Plaza de Toros México, donde el servicio es igual de malo o peor. Esto es una llamada de atención a la familia Cosío, que renta ambos inmuebles con pésimas condiciones, pero como no hay otros, siguen siendo solicitados.
La Arena CDMX podría parecer el mejor lugar para los espectáculos, pero el acceso a este lugar es peligroso y pequeño. Se depende del horario, ya que —al llegar— se hace un embudo para entrar, en donde uno se encuentra con los puestos de piratería y hasta el tianguis sabatino.
El estadio Alfredo Harp Helú es un joya en todos los aspectos, pero volvemos a la parte operativa (que no les corresponde) y tenemos que mencionar también el acceso y el estacionamiento, un servicio básico para los asistentes al Rey de los Deportes.
De igual forma, los accesos para el Autódromo y el Palacio de los Deportes son tortuosos, así como los servicios de baños y algunos otros básicos. Al mismo tiempo, podemos mencionar al Hipódromo, lugar muy bonito, pero que no cuenta con baños y áreas de comida ad hoc, así como accesos muy accidentados para los eventos que ofrecen en el centro de la pista del lugar.
Y ya no hablemos de otros lugares, como la Alberca Olímpica, el Plan Sexenal o el estadio Palillo Martínez, en donde llegar y disfrutar del evento se vuelve una odisea, sumando a esta expedición al estadio de Ciudad Universitaria, en donde se pueden ver palcos obsoletos, gradas viejas, sin techo, sin un sonido local y pantallas ad hoc a los tiempos. Todo porque es un inmueble histórico y universitario, patrimonio cultural de la UNESCO, y no se puede tocar lo mas mínimo.
Es momento de invertir en lugares que puedan ofrecer un mejor servicio, que sean seguros, limpios, sanos y funcionales. El tiempo nos ganó y aquí están las consecuencias.
@husseinforzan