El reto de cualquier industria —y no se diga la deportiva— es generar más ganancias, pero la pregunta es muy grande: ¿Cómo hacerlo?, ¿cómo buscar nuevas fuentes de ingresos, cuando se piensa que todo está inventado?, ¿de qué forma se puede ganar más dinero, sin lastimar al consumidor?

En el deporte, la generación de dinero se ha convertido en parte fundamental, pero —a veces— el día a día puede secar las ideas.

Un equipo puede pensar de forma rápida y sencilla en tres rubros: venta de boletos, patrocinadores y venta de los derechos de transmisión, pero —al mismo tiempo— se busca vender a los activos fijos, llámense los jugadores.

Una serie de herramientas podría ser la clave para el desarrollo del negocio.

Aquí, algunas que podemos mencionar: Una base de datos importante, tecnología al servicio del fan, innovación en productos y servicios, plataformas digitales y streaming, estadio inteligente.

Si se logran todos estos puntos, es extraordinario; de no conseguirlo, hay que poner en práctica un par de elementos.

Podríamos aspirar a poder mejorar nuestros productos y elevar el ticket de compra.

También existen algunas acciones tácticas que pueden elevar el valor del producto.

Hay que capacitar y contratar gente especializada en cada una de las áreas, tomar de la mano a la tecnología y hacerlo un brazo fundamental, crear nuevas formas y experiencias para los fans, implementar reglas y estrategias que rompan con lo establecido.

En México y Latinoamérica, existe un campo fértil.

Tenemos un número importante de posibilidades, pero los pilares que sostienen a la industria siguen siendo los derechos de transmisión, patrocinios y el día del juego.

Hay que fortalecer estos pilares con lo mencionado.

El secreto está en pensar nuevas alianzas, nuevos clientes, nuevos mercados, nuevos ojos, y —con eso— se podrán tener nuevos precios y ganar más dinero.

Podemos poner como ejemplo al Comité Olímpico Internacional. Este organismo tuvo el acierto de abrir un sitio en donde se pueden conseguir entradas para París 2024, vía una reventa oficial, ya que mucha gente sufre imprevistos o necesidades económicas para su vida diaria, así que miles quieren vender sus tickets.

La ventaja es que se vende al precio original, sin olvidar las comisiones lógicas: hay que agregarle el 5% para el vendedor y 10% extra para el comprador.

El dinero lo recibe el vendedor —máximo— en un plazo de 45 días.

Con esto, no se ve un lugar vacío, nadie pierde dinero y el COI factura una cantidad extra que tal vez no tenía contemplada. ¿Buen negocio?

@husseinforzan

Únete a nuestro canal ¡EL UNIVERSAL ya está en Whatsapp!, desde tu dispositivo móvil entérate de las noticias más relevantes del día, artículos de opinión, entretenimiento, tendencias y más.
Google News