Esta semana, el América cumple 106 años. Este festejo estará enmarcado con la Liguilla y la búsqueda de un titulo más. Pero me parece importante puntualizar lo valioso que ha sido este club para el futbol mexicano, y no sólo en el aspecto deportivo. La mejor historia se cuenta en el aspecto económico y social.
América significa el antagonismo perfecto de un equipo como Chivas, que se ostenta como el equipo de los mexicanos. Lo cierto es que las Águilas fueron un equipo que vivió muchos años en la intrascendencia y oscuridad, hasta que llegó Televisa para escribir la novela perfecta, al hacer del América una marca antagónica para el Rebaño, siendo el equipo de la televisión, de los ricos, del poder, de los extranjeros. Todo esto tuvo que venir acompañado de triunfos, pero nunca se ha podido quitar algunas etiquetas, como aquellos que aseguran que se compran títulos, árbitros e incluso voluntades de los rivales.
Esto ha permitido que el futbol nacional tenga uno de los mejores productos para encabezar la Liga nacional; obvio, junto con los otros 3 “grandes”; hablamos de Guadalajara, Pumas y Cruz Azul, quienes se han visto favorecidos de este antagonismo, contando sus historias a través de la televisión.
Este medio de comunicación también ha ayudado a potencializar la imagen de otros equipos que han tenido épocas espectaculares, tales como Necaxa, Puebla y Toluca, conjuntos que se han vuelto coprotagonistas de esta historia.
Cuando hablamos de la novela perfecta, también podemos decir qué otras historias se han contado de manera magistral gracias a la televisión, y a partir de ahí las marcas también se quieren sumar a esto, en donde se alcanza la mente de millones de personas, para poder tener fidelidad a través del mensaje. El caso más importante es la obtención de la Copa del Mundo, la cual ya ha estado en nuestro país en dos ocasiones y próximamente llegará a territorio mexicano, impactando en todos los aspectos: social, político, económico y deportivo.
Para el Mundial de 1970, se construyó el Estadio Azteca, siendo —en su momento— uno de los recintos más grandes y modernos. En 1986, se recuperó de una catástrofe natural, como el terremoto, y se hizo uno de los Mundiales más recordados, y ahora para 2026 se hará una reconstrucción del inmueble de Santa Úrsula, que además tendrá otras construcciones alrededor, con valor de 150 millones de dólares. Así se ha escrito, y seguramente se seguirá escribiendo esta novela, llamada “futbol mexicano”.
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