Ya en los territorios del Año Nuevo comienzan a surgir deseos, esperanzas y propósitos que van desde los monetarios hasta los amorosos, pasando por los espirituales y de salud. Para los que tenemos necesidad o vicio por el trabajo comenzamos a pensar que estaría bien bajar dos rayitas a la intensidad o al menos, fortalecer nuestro cuerpo y espíritu para seguir existiendo con felicidad.

Como cada año, 2025 resurge la idea de mejorar la salud, bajando de peso o haciendo más ejercicio. Según distintas fuentes periodísticas, las inscripciones a gimnasios en México crecen entre 65% y 70% en las primeras semanas del año, pero al primer trimestre el número de asistentes se reduce a casi la mitad.

Además de la falta de voluntad, tiempo y dinero, la ausencia de planes personalizados de ejercicios, la baja evaluación de la condición física de los usuarios y la ausencia de sistemas de acompañamiento y avance del rendimiento, son las principales causas de la deserción a los gimnasios.

No está mal pensar en mejorar tu estado de salud con la inscripción a un gimnasio, pero ¿Y si mejor le apuestas un poco más a la tecnología?

El uso de la tecnología en la mejora de la salud va más allá del empleo de wearables y apps para monitorear tu estado físico. No se trata solo de medir cuántas calorías quemas mientras corres tras el camión pues el uso de sistemas integrales híbridos está revolucionando el acondicionamiento físico y la rehabilitación médica. Aquí, el láser de alta intensidad, los neumotacógrafos y hasta las plataformas de fuerza están redefiniendo lo que significa ponerse en forma.

Ya sea para evitar lesiones, rehabilitarse de una caída en bicicleta, de un infarto o, simplemente para presumir un mejor tiempo en tus maratones, la medicina del deporte tiene un arsenal tecnológico listo para ti. Su misión es optimizar tus capacidades físicas y demostrar que el futuro del fitness está lleno de algoritmos.

Por ejemplo, la fisioterapia dejó de ser solo masajes con aceites mentolados de hueseros. Ahora, los especialistas utilizan herramientas como el láser de alta intensidad HILL, capaz de penetrar tejidos profundos para regenerarlos a nivel celular. Este aparato tiene una potencia de hasta 12W y una longitud de onda de hasta 1064 nm lo cual permite que penetre en tejidos profundos a diferencia del láser frío convencional. La luz coherente y monocromática del láser bioestimula la curación y regeneración de los tejidos.

Si tu interés está en el rendimiento, la Evaluación Morfofuncional es un imprescindible. Equipos como los Analizadores de gases BTL, Neumotacógrafos, electrocardiógrafos y las caminadoras de alto rendimiento permiten analizar el corazón, los pulmones y hasta las ganas de rendirte en pleno esfuerzo. Lo interesante es que no solo sirve para los atletas profesionales. En un mundo post-covid, estas evaluaciones también están ayudando a personas comunes a recuperar su capacidad respiratoria y volver a una vida activa.

El Performance y Coaching Deportivo también está evolucionando con programas individualizados que se apoyan en gadgets como los encoders lineales para optimizar la fuerza y la velocidad. Ya no se trata solo de sudar hasta la última gota, sino de entrenar con precisión quirúrgica.

Por supuesto, los obsesionados con mejorar su salto vertical o la fuerza de agarre también tienen aliados tecnológicos. Plataformas de contacto, cámaras infrarrojas y dinamómetros digitales no solo miden tus avances, sino que te dicen en qué estás fallando. Son el coach que no te grita, pero te juzga en silencio con datos duros.

Pero sobre todo, para mejorar tu rendimiento es necesario evaluar tu composición corporal. Esto se logra con un Analizador de Composición Corporal que mide la grasa, el músculo, el agua corporal y otros componentes del cuerpo. Se trata de un dispositivo no invasivo que utiliza la bioimpedancia para obtener resultados precisos y detallados.

Yo no sabía nada de esto hasta que conocí al doctor Víctor Montes Felisart, especialista en Medicina de la Actividad Física y Deporte. Este doc ha sido uno de los artífices del éxito deportivo de grandes glorias del Taekwondo mexicano como María del Rosario Espinoza o de la Selección Nacional de Nado Sincronizado (el bonito, el real).

Víctor Montes Felisart ya lo tiene muy claro y por eso ha montado todas estas tecnologías en su clínica especializada Quore ubicada en la Ciudad de México. Él tiene claro que la diferencia entre hacer ejercicio y hacer deporte pasa por una serie de procedimientos clínicos y de terapia en los cuales la tecnología es un fuerte aliado. Sin embargo, para el doctor Montes Felisart también queda claro que para tener una mejor salud, las personas comunes, no solo los deportistas, deben tener al alcance todas estas tecnologías y metodologías que pueden costar casi lo mismo que una suscripción y mensualidad a un gimnasio premium.

No está mal entrarle al gym este Año Nuevo, pero apuéstale más a la tecnología. Bienvenido a la era del fitness 4.0 donde el sudor se optimiza.

*Columnista y comentarista

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