Decía mi muy estimado exjefe y maestro Carlos Marín en las juntas editoriales de otro diario de la Ciudad de México: puede que a veces escribamos pendejadas, pero nunca publicamos mentiras. Con esa máxima en mi mente, siempre he estado abierto a la crítica, a la corrección y a la réplica a mis textos y colaboraciones.

No tengo la verdad absoluta y, como le creo a todos, no me ofende que me hagan llegar aclaraciones. Claro, me molesta y me enoja porque siempre intento ser imparcial y certero en mis enunciados; sin embargo, como no soy juez, ni tengo el monopolio de la verdad, es bueno hacer valer el derecho de réplica.

Te lo comento porque tras haberse publicado mi colaboración de la semana pasada, en la cual preguntaba: ¿Quién desobedece al presidente?; recibí una carta aclaratoria de parte de la empresa Intercomunicaciones Móviles Satelitales (Inmosat), en la cual me corrige algunos comentarios y los califica como “imprecisos y erróneos, y quizá hasta tendenciosos”.

Omitiendo la provocación, te explico que en el tema expuesto la semana pasada sobre la licitación LA-00700999-E17-2022, y que busca contratar la “sustitución de equipos de radiocomunicación VHF de tecnología analógica por equipos de tecnología digital” en la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), Inmosat afirma ser la mejor y tal vez la única que hizo la tarea y pudo cumplir con los requisitos del proceso.

En mi texto digo que Inmosat tiene la exclusividad de los servicios de comunicación con el Satélite Morelos 3. Al respecto, me explican que eso es “totalmente falso, (pues) la empresa Inmosat no tiene la exclusividad de los servicios de comunicación con el Satélite Morelos 3; la única instancia que por Ley puede prestar el Servicio Satelital MEXSAT de manera exclusiva es el Gobierno Federal, a través de un Organismo Público descentralizado que forma parte de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes”.

También escribí que la empresa es el único representante en México de la empresa que fabrica los radios que se conectan con ese satélite. Me dicen que “Inmosat sólo es representante en México de una empresa que fábrica una marca de equipos satelitales que se conectan al Morelos 3, (ya que) existen en nuestro país otras marcas de equipos que operan con este satélite, como es el caso de los equipos satelitales de la empresa Hughes Network Systems”.

Por lo tanto, enfatiza, “Inmosat no tiene el monopolio de la comunicación satelital MEXSAT”. En ese sentido, me piden que “retire (dicho señalamiento), ya que aparte de ser una apreciación errónea, puede interpretarse como tendenciosa y afecta los intereses de la empresa Inmosat”. Retirado, pues.

Ya sin corregirme, pero lo comparto en estas líneas como una provocación para que respondan esas seis empresas que se dicen afectadas por una supuesta licitación dirigida y que fueron calificadas por otro colega como paleras y patito (¡tssss!), Inmosat dice que le lleva ventaja a algunos de sus competidores, ya que “como experta del mercado de la tecnología de las comunicaciones para el sector de seguridad, tanto satelitales como de radiocomunicación P25; estuvo al pendiente, atendió y entendió oportunamente las órdenes del Presidente de la República y los requerimientos de la nueva política pública del sector de las comunicaciones móviles de Seguridad Publica”.

Enfatiza que sus competidores “tuvieron tres años para preparar y desarrollar una interfaz entre los radios P25 con alguna de las dos opciones de equipos satelitales disponibles en el mercado”, y que no lo hicieron “porque estas empresas sólo son meros revendedores de radios que no agregan valor alguno a sus productos que comercializan”. ¡Bolas! Eso calienta, ¿no?

Al momento de entregar esta colaboración no pude encontrar el expediente de la licitación para conocer el resultado del fallo que debió dar la Sedena el martes pasado. Tal vez soy mal buscador en CompraNet y no lo encontré, pero me informan que nuevamente se pospuso el fallo final, lo que nos podría decir que tal vez algo de lo que escribí es cierto. Tengo más información y me la guardo por si es necesario, pero lo que sí quiero dejar claro es que mis artículos no son escritos a modo, sólo son opiniones informadas de lo que parece, aunque no me consta, un proceso muy controvertible.

ALESTRA MÓVIL

Desde hace semanas había querido agradecer a Alestra por haberme considerado para el análisis de su servicio de telecomunicaciones móviles. Durante el tiempo que lo usé, pude confirmar que la respuesta, la velocidad y la estabilidad de las comunicaciones fue constante y competitiva, salvo algunas zonas grises de la ciudad por las que pasé y que, supongo, podrían ser ocasionadas por ciertos sistemas de seguridad de la comunidad que concurre en la zona. Lamentablemente, no pude usarlo fuera de la Ciudad de México, pues no tuve necesidad de salir, salvo a la zona de Metepec, en el Estado de México, pero siempre se comportó normal.

Otro inconveniente es que, al no tener la necesidad de instalar aplicaciones de alta demanda y seguridad en el dispositivo móvil, tales como un ERP o comunicación encriptada, no puede definir qué tan fácil es instalar estas aplicaciones (apps) especializadas, aunque me dicen que el equipo de Alestra puede ayudar. Si te parece un comercial, te juro que no lo es; solamente es una contribución para informarte sobre cómo me fue con el servicio que no es para usuario final, sino para empresas.

Columnista y comentarista
Twitter: @hugonzalez0

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