Discúlpame si te desconcierto, pues se supone que en este espacio puedes encontrar opinión informada sobre asuntos de tecnología, pero aunque tiene algún componente techie, no puedo evitar el análisis de lo que sucedió ayer en torno a la decisión de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos.
Como sabes, la Fed elevó en 25 puntos base la tasa de interés de referencia, en una medida que muchos han considerado lógica, debido al incontrolable incremento de la inflación. Con esta medida, la autoridad monetaria de EU intenta frenar la escalada de precios en su país, pero al mismo tiempo sube un peldaño más hacia una escalada recesiva. Es decir, la Fed prefiere darle un parón a la inflación, aunque eso derive en el estancamiento de la economía global.
Si bien el titular de la Fed, Jerome Powell, dice que todavía se ve lejana la llegada de una recesión pues la economía de su país está fuerte, déjame recordarte que este mismo personaje fue quien, desde el año pasado, estuvo diciendo que la inflación era algo pasajero.
Ante esas señales de poca certeza sobre el destino de la economía global, y en medio de un conflicto armado entre Rusia y Ucrania, los inversionistas llevaban varias semanas tomando posiciones en renta variable (acciones) de corto plazo ante la eventualidad de que la Fed fuera más agresiva y subiese con mayor fuerza sus tasas de interés, lo cual no sucedió. Sí hay un tono más optimista, pero no es para tanto.
No obstante, toda esa masa de inversionistas excesivamente cautos ayer pusieron en venta sus posiciones a precios atractivos, provocando una alta demanda de acciones y un aumento en los principales índices de valores, como el US Tech 100, que engloba las acciones de las principales 100 empresas de tecnología, que ayer subió 4.2%. El Nasdaq subió también alrededor de 3.7 %.
Por eso vimos incrementos en los valores de Meta, de 6.55%; Tesla, 5.62%, y Apple, 3.15%, pero no porque ya se acabaron los temores sobre la guerra armada y económica; simplemente, porque son títulos de empresas de tecnología con mejores perspectivas de recuperar sus niveles previos al conflicto armado.
En paralelo, el precio del bitcoin, el criptoactivo que se ha visto como refugio en contra de la inflación, se revaluó ayer, ganando por algunos momentos más de 7% y llegando nuevamente a niveles de 41 mil dólares. En ese sentido, el bitcoin se encamina a convertirse en un activo global de reserva, pues incluso Ucrania acaba de aprobar el uso de esta criptomoneda como un medio de pago legal. Era obvio, pues de ahí recibieron millones de dólares en donaciones.
Claro, esto será posible siempre y cuando los dueños del tablero, es decir Estados Unidos o el FMI, no decidan meterle control a los criptoactivos. Desde la semana pasada te conté de los intentos, amagos u ocurrencias del gobierno de EU para “regular” este tipo de activos. Ojo, regular no debe ser sinónimo de controlar. Hoy, con la guerra Rusia-Ucrania, la tentación de controlar las cripto para no financiar la “guerra rusa” son muy grandes.
Lo que no dicen los estadounidenses es que la regulación de las cripto ya existe entre la comunidad, la cual siempre se opone a cualquier control oficial. El espíritu de las criptomonedas radica en su descentralización, pues nadie, sólo la comunidad, es el dueño, policía o autoridad en el intercambio de estos activos. La guerra económica y sus consecuencias digitales están cobrando fuerza.
La banca ¿digital?
Y en ese contexto, nuestro sector bancario mexicano celebrará la próxima semana su Convención Bancaria, teniendo como lema “una banca incluyente en la era digital y los retos del cambio climático”. Aunque en el lema se asoma tímidamente el asunto digital, espero que en esta ocasión los bancos en México no me decepcionen nuevamente y se decidan a entrar sin pena al debate del uso de criptoactivos, así como la nueva dinámica del sector que incluye la incursión de nuevos jugadores como los neobancos, las Fintech y otros modelos disruptivos de financiamiento.
Desatará envidias
También la próxima semana la empresa de tecnología Nvidia celebrará su conferencia anual GTC 2022, la cual se centrará en el análisis de temas relacionados a la tecnología de plataformas de Inteligencia Artificial (IA) para empresas, automoción (selfcars), Omniverso y gemelos digitales; aplicaciones integradas con robótica y asistencia sanitarias e instrumentos médicos. Habrá más de 20 sesiones dedicadas a analizar cómo la IA puede ayudar a visualizar y profundizar en la ciencia climática.
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