Como dice mi colega Roberto Fuentes Vivar (¡Hola Robert!), siento mucha envidia de quienes pudieron estar en la inauguración del Tren Maya. Me hubiera gustado mucho estar en ese momento que para muchos será histórico y que para otros será de duelo nacional.

Lejos de la polémica auténtica o artificial relacionada con su construcción, el regreso de los trenes de pasajeros a México es muy importante. Se trata de un medio de transporte que, por la orografía de nuestro país, no podíamos darnos el lujo de prescindir.

Por eso me hubiera gustado asistir, estar presente en la inauguración de la obra que, como sucede con muchas casas, aún tiene detalles que corregir. Sin embargo, aun sin estar presente, varios de Mis Amigos Chismosos pudieron orientarme de las fallas que se vivieron en la inauguración. Me concentro en el área de mi especialidad, las tecnologías de información y comunicación (TICs) del Tren Maya.

Como bien sabes, el Jaguar Rondante se inauguró el pasado viernes 15 de diciembre, pero el primer día de servicio al público al día siguiente. Ese sábado 16 de diciembre la tecnología brilló por su ausencia en el Tren Maya. Boletos duplicados, sin validadoras de boletos, sin torniquetes, además de que no servía el WiFi en la terminal ni en el Tren. ¿Quién era el responsable de tener todo eso listo?

Las empresas de origen español, Indra y Teltronic, ganaron la licitación para la plataforma de boletaje y las telecomunicaciones respectivamente. Según las bases de licitación, el sistema de boletaje, responsabilidad de Indra, debería estar listo el 1 de noviembre para pruebas, pero no cumplió. Todo fue un des... orden desde hace varios meses.

Ya desde el 29 de septiembre del año pasado en este espacio te advertí que este proyecto se estaba convirtiendo en un mole tecnológico. Muy pocos daban razón de quién sería el responsable de integrar todos los sistemas. Cada una de las empresas contratadas tenía su propio integrador, uno para los sistemas de cómputo, otros para los sistemas de vigilancia, y uno más para boletaje, tráfico, etcétera.

Tengo mis dudas hasta dónde llegaba la responsabilidad de las redes de telecomunicaciones de Teltronic, pero la red inalámbrica y el control de accesos no sirvieron los primeros días. Lo que sí tengo más claro es el caso de Indra.

Entiendo que los números no le cuadraron a Indra porque había muchas cosas que no tenía considerado en el proyecto ganador. Me explican que el proyecto competidor y que quedó en segundo lugar era 60% más caro. Sin embargo, al momento de desglosar los gastos Indra no tenía contemplados otros insumos que podrían ir desde cierto tipo de cableados, papel o refacciones. Por eso, no les dio tiempo de estar listos porque no tenían el presupuesto real y necesario.

Se trata de una pobre ejecución técnica provocada por una falta de supervisión o un engaño. La tecnología brilló por su ausencia cuando era la cereza del pastel de un proyecto tan complejo y representativo. Es como si hicieras toda la obra perfecta, una casa monumental, bien hecha, una arquitectura preciosa, pero se les olvidó poner la chapa a la puerta.

Me informan que el tren, funcionalmente, es una belleza, pero se les olvidó poner lo primero que ve la gente al llegar. Es muy triste que se lastime la imagen del tren esa deuda tecnológica. Proyectos como este son posibles en México, hay mucho talento, pero a veces nos falta disciplina, orden, dedicación, firmeza, constancia, compromiso. Ya rueda el Tren Maya, pero la tecnología quedó a deber.

¿Qué pasó Moisés?

Tal vez recuerdes que a principios de este año se presentó la nueva era de Bankaool impulsada por el Grupo Omni, encabezada por Moisés Chaves. Este nuevo modelo de negocios se basa en el desarrollo de una plataforma de servicios cuyo pretexto son los servicios bancarios.

El punto fuerte de esta plataforma es una super app en el cual no solo se ofrecerán los tradicionales servicios financieros, sino también entretenimiento y compras. El objetivo de Moisés era que la primera fase de iteración de la plataforma estaría lista en el segundo semestre de este año, previa aprobación de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).

El objetivo era lograr la aprobación de la CNBV en el segundo semestre del año, lo que ya ocurrió, y permite ahora la plataforma está en manos de quienes ya son clientes de la versión beta. Sabemos de buena fuente que arrancando 2024 podremos probar esta nueva cara con la que Bankaool entrará de lleno en la carrera de bancos digitales.

Nos vemos entonces en unas semanas porque también me voy a descansar la tecla y, si todos me lo permiten, regreso el 4 de enero. ¡Felices Fiestas!

Columnista y comentarista

Twitter: @hugonzalez0

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