No cabe duda de que la asociación entre los deportes y los servicios de vídeo (antes conocido como TV) es cada vez mayor. Las plataformas y los generadores de contenidos están buscando la manera más exitosa de tener los mejores eventos deportivos en exclusiva. Aunque en México parece que vamos un paso atrás, en Estados Unidos ya se están acomodando todos en su butaca.
Cuando me enteré del acuerdo, la cabeza me dio vueltas. No entendía claramente cuál era el objetivo de que tres líderes en contenidos deportivos crearan de manera conjunta una plataforma de streaming. Hace unos días se informó que The Walt Disney Co., Fox Corp. y Warner Bros - Discovery, se comprometieron en una Joint Venture (JV) de contenidos deportivos. Una alianza que huele a monopolio.
La nueva plataforma, que aún no tiene nombre, ofrecerá contenidos en vivo de ESPN, ABC, Fox, TNT y TBS. Cada una de las tres empresas poseerá un tercio de la nueva empresa que tendrá su propia marca y equipo directivo. Entonces, ¿qué pasará con las exclusivas y derechos de transmisión que tienen los canales de Disney, Fox y Warner? Según el acuerdo preliminar dado a conocer, cada uno de los nuevos socios mantendrá sus derechos, pero de forma no exclusiva, lo que le permite a ESPN, por ejemplo, seguir con sus planes de lanzar su propia plataforma de streaming.
No obstante, esta JV creará un gigante en la transmisión de contenidos deportivos. Juntos tienen los derechos de la NFL, NBA, MLB, NHL, la Copa Mundial de la FIFA, tres de los cuatro eventos de tenis Grand Slam, la UFC, Fórmula 1 y NASCAR.
Ninguno de ellos tiene los derechos del Sunday Night Football y los juegos dominicales vespertinos de la NFL. Tampoco tienen los derechos de los Juegos Olímpicos, el fútbol americano colegial y el fútbol soccer. Estos derechos los tienen, respectivamente, NBC-Universal, Paramount y la filial de la empresa de tecnología, Apple TV. Fue entonces que entendí cuál es la motivación de esta JV.
El acuerdo Disney-Fox-Discovery responde a la intensa y generosa búsqueda de derechos de transmisión de deportivos por parte de empresas tecnológicas. Hace unos meses, cuando la Messimanía estuvo en su apogeo, te conté sobre la posibilidad de que Apple comprara los derechos o todo el canal ESPN. Ahora es más difícil.
Sin embargo, no descartemos que Amazon o Google estuvieron pujando y tratando de seducir con el aroma de los dólares a las ligas deportivas para comprarle derechos. Seguramente a las big tech les hubiera encantado, por ejemplo, tener en exclusiva el streaming del próximo Súper Bowl LVIII. No es una mala apuesta ni una locura pues, si estuviera en mis manos, yo lo habría intentado.
Guacamolito
Por cierto, y hablando del partido del próximo domingo, ya es un clásico escribir sobre la demanda de aguacate mexicano para disfrutar de la final de la NFL. El guacamole también ya es un clásico para los gringos dipeadores o los mexicanos totoperos. Sin embargo, apenas el mes pasado se levantaron las alertas pues las heladas en Michoacán amenazaban con dejar sin aguacate para este fin de semana. Eso no pasó, sin embargo, un mexicano ya tenía la solución.
Se trata del empresario Luis Doporto Alejandre, quien está llevando el sabor del aguacate a otro nivel gracias a la aplicación de ciertas tecnologías. Una de ellas se llama High-Pressure Processing (HPP) y se trata de un novedoso proceso de pasteurización física de la pulpa del aguacate. Esta se efectúa en cámaras hiperbáricas que aplican una enorme presión estallando las membranas de todas las bacterias dejándolas 100% inertes.
El proceso que usa la empresa de Luis Doporto involucra tecnología propia desarrollada localmente. El proceso, el knowhow y el equipo, fue desarrollado por ingenieros en alimentos graduados en el mero estado de Michoacán. El objetivo es obtener una pulpa en trozos lo más cercano a usar aguacate fresco tras haber pasado por un proceso de maduración en cámaras especiales.
A diferencia de otros productos que muelen el aguacate para dejarlo como un puré, la tecnología HPP permite congelar la pulpa por sistema de ráfaga, a menos 50°C, otorgándole una vida útil mínima de 2 años y hasta 6 semanas después de descongelarse.
Así es como Luis Doporto creó su Guacamolito, un producto mexicano lo más cercano a la fruta fresca que genera ahorros en la distribución y el empaque. Y si te preguntas por la confianza e inocuidad, este producto cuenta con distintas certificaciones, desde las NOM mexicanas, hasta de la FDA de Estados Unidos y el distintivo Kosher de la comunidad judía.
Desde que mis amados Cowboys perdieron en el juego de comodines me da lo mismo si ganan los Chiefs o los 49´rs, pero a la comida y la botana con aguacate, no le hago el feo. Disfruta y totopea frente a la telera.
Columnista y comentarista
Twitter: @hugonzalez0