Mientras tú te ilusionaste con la posibilidad del milagro futbolero, en la Ciudad de México se analizaron panoramas y oportunidades para la transformación digital del país. Si no lo sabes, aquí se está llevando a cabo el Foro Mobile 360 Latin America organizado por la GSMA en paralelo con el Congreso Latinoamericano de Transformación Digital (CLTD) de la ASIET y CAF.

La GSMA es la Global System for Mobile Communications Association y la Asiet, la Asociación Interamericana de Empresas de Telecomunicaciones. Ambas entidades comparten como objetivo final, generar conocimiento y estrategias para combatir la brecha digital en el mundo y, concretamente en América Latina. Para gran parte de ellos, el camino hacia la transformación digital de México y Latinoamérica pasa por las redes móviles de telecomunicaciones.

Sobre ese tema hay varios puntos en la agenda que se discutieron y de los cuales ya te he comentado en este espacio y en otros. El costo del espectro y el uso de las frecuencias de la banda de 6 GHZ son temas candentes que, sin decirlo abiertamente, preocupan a la industria. Son como su muerto en el closet.

Sin embargo, en medio de esas disertaciones hay una que desde hace semanas me viene rondando la cabeza: el metaverso. Cuando ves u oyes esa palabra, lo primero que te viene a la cabeza son las gafas de realidad virtual y los avatares de Meta (antes Facebook). Sin embargo, eso es lo más básico, silvestre y, hasta poco, rentable, comparado con las opciones que ofrecen estas nuevas tecnologías.

Si bien Mark Zuckerberg se adelantó a todos y se apañó el concepto como si fuese algo propio de Meta, lo cierto es que muchas empresas tienen sus propias versiones de lo que es o será el universo virtual que ya estamos conociendo.

Por ejemplo, Nvidia tiene su propio concepto que ellos llaman omniverso. Lenovo también tiene su propia filosofía de llevar lo físico a lo virtual. Además, otras empresas como Ericsson, Qualcomm y Microsoft tienen una apuesta que es más atractiva y rentable. Me concentro en Microsoft, empresa que, sin mucho alarde; ya ha capitalizado mucho su apuesta por los mundos virtuales.

Hace un año, en noviembre de 2021, Facebook anunció su estrategia en torno al metaverso, incluso con el cambio de su nombre a Meta. Unos meses después, Microsoft hizo lo mismo, pero sin tanto pancho.

Desde entonces, lo que ha pasado con una y otra empresa ha sido totalmente distinto. El valor de capitalización de Microsoft, comparado con el de Facebook; ha generado una brecha que crece cada vez más. Unos dicen que la diferencia es la creciente inversión de muchas empresas en soluciones de empresa y nube (Azure) a raíz de la pandemia. Pero otros aseguran que la apuesta de Microsoft por un metaverso industrial es la diferencia contra el metaverso de Facebook. Y en parte es cierto.

Para los inversionistas no es atractivo apostar por una estrategia que intenta venderles gafas de realidad virtual o tokens a los adolescentes o adultos jóvenes. En cambio, apostar por soluciones digitales basadas en gemelos digitales para fábricas, empresas o industrias completas, resulta muy atractivo.

Y no se trata de ser porrista de Microsoft o hater de Facebook (no lo soy), sino de evidenciar las oportunidades que tiene el internet y el metaverso industrial. Por eso Lenovo tiene una estrategia muy clara y definida sobre las opciones que ofrece a las empresas para el diseño, trabajo a distancia y la robotización.

Además, si te queda otra duda; revisa la infinidad de alternativas que Nvidia tiene para llevar el mundo virtual a distintas industrias. Hay soluciones para el sector salud, automotriz, minería, manufactura, etc.

Efectivamente, las telecomunicaciones son la sangre, las venas, el río por donde corren nuevos servicios para el internet industrial, el internet de las cosas, el metaverso. Luego entonces, ¿qué hacemos para potenciarlas?

Columnista y comentarista
Twitter: @hugonzalez0

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