Decía Clausewitz que la guerra es un error político y eso estamos viendo en Ucrania. Este conflicto no se ha podido resolver con acuerdos y ahora se pretende resolverlo con violencia.

Los amantes de la paz europea pensaban que las cruzadas eran cosa del pasado. No se explican porque países como Alemania, en lugar de exportar autos Volkswagen, envían tanques a Europa del Este. Preparan 14 “Panzer” leopardo para apoyar la causa ucraniana.

Los alemanes han quedado en medio del conflicto, no saben si mandar más carros de combate a favor de Ucrania o vender más coches Volkswagen y Mercedes Benz a los rusos. Por un lado, tienen a Estados Unidos y la Unión Europea presionando para favorecer la “causa democrática.” Por el otro, está Rusia, suministrando gas y energía barata para la industria y los hogares alemanes, comprando también todo lo alemán.

Estados Unidos todavía no está convencido de que los alemanes sean quienes deban re-militarizar Europa. Teme su tecnología y, sobre todo, sus antecedentes de dominación, al innombrable alemán. Después de don Adolfo, a los estadounidenses les tomó 5 décadas desmilitarizar y desnazificar las tierras alemanas. ¿Por qué tirarían ahora esa inversión de tiempo y dinero a la basura? ¿Por qué presionan para que Alemania tome partido y defienda valores y libertades de Occidente?

La guerra en Ucrania es escandalosa pero también lo es la posible re-militarización de Europa. Los países de la Unión Europea proyectan 230 mil millones de euros para modernizar sus arsenales. Su justificación no sólo es la ofensiva rusa, sino buscar independencia militar de los estadounidenses.

La ironía, es que al igual que en la industria automotriz europea, sus componentes y refacciones militares dependen de China. De acuerdo con el centro de especialistas ifo Múnich, la mitad de la manufactura militar de Alemania vive a cuenta de proveedores chinos. Esto se extiende también a otros miembros europeos de la Organización del Tratado del Atlántico Norte.

Asimismo, los chinos son el mayor comprador de autos alemanes, con el grupo Volkswagen, Mercedes Benz y BMW a la cabeza. Sólo en 2021, la exportación de vehículos de Alemania a China se incrementó un 14%, hasta 16.7 mil millones de euros, según la Oficina Federal de Estadísticas de Alemania. Es decir, la seguridad económica alemana además de depender de Estados Unidos y Rusia, tiene un componente chino.

Esta realidad estaría fuera de la comprensión de un estratega o militar europeo del siglo XIX, pues ni EU ni China definían las fronteras o el armamento europeo. Por ejemplo, hoy Ucrania solicita a Estados Unidos —para derrotar a Rusia— presionar a la OTAN, incluido Alemania y llevar equipo militar a Ucrania, equipo que depende de microchips y accesorios chinos. ¿Cómo resolver esta ecuación?

La primera conclusión es que el comercio de “Panzers” de Alemania no entusiasma mucho a Estados Unidos, aunque lo ve como un mal necesario. El público alemán se divide, si bien su mayoría preferiría vender “escarabajos” o “vochos” de Volkswagen. Nadie duda ya que tengan partes hechas en China.

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Especialista en geopolítica y miembro de COMEXI

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