“No se lo podemos rellenar de oxígeno a menos que sea de nuestra marca”, contestaron por teléfono los encargados de la empresa Oxygen. pureza para la vida, después de que los familiares de un amigo cercano llamaron durante más de cuatro horas a los cinco teléfonos que tenían disponibles.
El largo peregrinar de mi amigo, positivo en Covid-19 y quien comenzó a mostrar signos de baja oxigenación, comenzaron hace unos días y se enfrentó a la gran crisis por conseguir un tanque, además de la clara especulación, abusos y lucro indebido que se está llevando a cabo sin ningún control por parte de las autoridades.
Toda clase de testimonios se han dado en las últimas semanas donde la frase “estamos rebasados, no hay tanques ni oxigenadores”, es la respuesta de la mayoría de los negocios establecidos. Sin embargo la venta a precios descomunales se está llevando a cabo por la puerta trasera en una suerte de mercado negro que lucra con la vida y la muerte.
Cuando mi amigo comenzó a tener los primeros síntomas, muchos se dieron a la tarea de conseguir un tanque de oxígeno y se dividieron una larga lista de establecimientos. Llamada tras llamada recibieron la respuesta de que estaban agotados.
Afortunadamente una persona guardaba en su casa algunos tanques, algunos aún con 50 por ciento de oxígeno. Fueron utilizados por una persona de su familia que padeció problemas respiratorios. Amablemente me cedieron uno de los tanques y lo entregué a mi amigo.
Sin embargo seguía con el pendiente de lo que pasaría cuando se le acabara la carga. Fue entonces que sus familiiares recibieron la respuesta que mencionamos al principio, al hablar a la empresa que había vendido el tanque inicialmente.
Aunque mi amigo ya tenía asegurada su recarga, pues el tanque era uno de esos verdes que justamente maneja la empresa Oxygen, no pude evitar pensar en la mala práctica de esa empresa en tiempos de crisis, de pandemia, tiempos en los que todos deberíamos hermanarnos y sacar a flote la solidaridad. ¿Que pasaría si una persona está en emergencia por Covid y sus familiares sólo pueden llegar a esa empresa con cualquier tanque de oxígeno ¿las políticas de la empresa le van a negar la vida?
Con el tanque en casa, mi amigo comenzó a sentirse mejor, los primeros 10 días de una crisis de Covid son claves para que los cuadros no empeoren. Su oxigenación pasó de 89 a 97 y siguió subiendo.
Mientras tanto las noticias han dado cuenta de las largas colas para llenar los tanques de oxígeno. Claudia Sheinbaum y la Profeco anunciaron desde diciembre que no debía haber aumento en el costo de estos instrumentos, pero la desesperación ha llevado al mercado negro y a que muchas personas con tanques rentados no los regresen.
Al mismo tiempo, otra amiga que estuvo involucrada en el auxilio de nuestro conocido, investigó sobre los concentradores de oxígeno y se encontró con el mismo caso que los tanques: un lucro rastrero, vil y deshumanizado.
En algunos casos ofrecían hasta por 60 y 70 mil pesos un concentrador de oxígeno y se indignó cuando al encontrar uno por buen precio, a tan sólo 25 mil pesos, y hacer el contacto, el vendedor había publicado ese precio como base de una suerte de subasta en la que pensaba juntar a un grupo de compradores.
Nuevamente, llamada tras llamada descubrió que los concentradores de oxígeno estaban siendo vendidos al doble o triple. Sin embargo en el camino se encontró con una cuenta de Youtube llamada El camino de la diálisis, donde la anfitriona Karina, da algunos datos muy puntuales sobre cómo reconocer un buen concentrador de oxígeno.
Menciona que no todas las marcas de concentradores funcionan igual y que los vendedores no dan toda la información. A diferencia de un tanque que se rellena cien por ciento con oxígeno, en el caso de un concentrador, separa el oxígeno del ambiente. Los más caros, los Phillips, que están por encima de los 30 mil pesos, manejan de 1 a 5 litros por minuto con 93 por ciento de oxígeno.
Sin embargo menciona que hay otra marca de concentrador muy de moda llamada Dedakj que puede bajar la oxigenación hasta 30 por ciento, es decir, si a un paciente le recomendaron mantener el aparato en cinco litros por minuto, esta marca de concentrador baja el nivel hasta 60 por ciento, lo cual, muestra la investigación de Karina, es un nivel bajísimo.
En realidad, afirma, el aparato está diseñado para ancianos o personas con cansancio crónico, no para pacientes con baja oxigenación por Covid, sin embargo los vendedores se lo callan irresponsablemente y siguen ofreciendo durante esta pandemia la marca Dedakj, cuando en realidad el que funciona es el Phillips.
Actualmente el concentrador de oxígeno Dedakj se encuentra en venta por internet, en páginas como Mercado Libre por arriba de 39 mil pesos, sin embargo es un producto que, como lo muestra la mencionada página de Youtube, no es adecuado para un paciente con Covid.
Mientras tanto, como en los peores pasajes de la novela de Albert Camus, La peste, los peores rostros se siguen mostrando durante esta pandemia. Los precios se elevan, las empresas ponen en juego la ley de la oferta y la demanda. Se lanzó la campaña nacional Devuelve tu tanque y circulan en las redes los hashtags #Por AmorALaVida, #DevuelveTuTanque y otros como #CarcelAQuienLucreConLaVida.
A este ritmo, ¿no sería necesaria la rápida acción de las autoridades encarcelando como ejemplo a especuladores y encargados de empresas que igual que los buitres, sobrevuelan el desierto y el caos que nos ha traido la pandemia?
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