En 1991, Nadine Gordimer ganaba el Nobel de Literatura; a Francisco Ayala le daban el Cervantes, Pumas vencía al América en la final de la copa nacional, y se fundaba, en la colonia Roma, el Museo de la casa del Poeta Ramón López Velarde, donde están contenidas además las bibliotecas de Salvador Novo y Efraín Huerta. Fue el año de la Operación Tormenta del Desierto, también en el 91 se reafirmaba una acusación contra Ronald Reagan por violación. Ese año se lanzaron Nevermind, Dangerous y Achtung Baby. Además, 1991 fue el año que salió al mundo la primera página de internet; para ser más precisos, un 23 de agosto.
Esa primera página, que en realidad nació antes de esa fecha, fue creada por Sir Tim Berners-Lee, la dirección era algo así como info.cern.ch, y era sólo accesible, en sus inicios, a usuarios dentro del CERN; pero a partir de entonces las personas fuera de la Organización Europea para la Investigación Nuclear, tuvieron acceso a ella. La celebración, que han llamado #InternautDay, gira en torno a ese momento histórico. El mundo, sin ninguna duda, ha cambiado radicalmente a partir de ese instante, de ese momento en el que el usuario común tuvo entrada a la red informática mundial. Ni Berners-Lee ni nadie en aquel momento, imaginó que el usuario de a pie sería el dueño y señor de ese nuevo mundo.
Incluso nuestro idioma ha cambiado a raíz de ese hecho. El diccionario incluye ya desde hace un tiempo, términos como hacker, tuit, chatear o wifi. Y para nadie son extraños otros como cliquear, postear, puntocom o streaming. Si decimos contraseña, lo primero que vendrá a la mente será algo relacionado con el inicio de sesión en alguna página web; un vínculo estará primero en la lista antes que una banda de goma si hablamos de una liga; vamos, hasta la ubicación de las nubes ha migrado del cielo a los servidores; muchos al oír manzana imaginarán primero una blanca, unidimensional y con una mordida en el extremo superior derecho, antes que aquellas que cuelgan de los árboles.
La internet ha influido, por no decir dominado, nuestro modo de vida y de expresarnos; pero aunque para algunos pudiera parecer un dominio unilateral para nuestro idioma, hay que decir también que el español tiene una presencia importante en esta revolución que comenzó hace ya más de 30 años. Es la tercera lengua más usada después del inglés y el chino (en redes sociales es la segunda, con casi 160 millones de usuarios, gracias a las políticas chinas). Y si en números esta influencia de otras lenguas que le preceden parecen lejos de alcanzar, hay que decir que las que le siguen a nuestro idioma: árabe, portugués y francés están igual o más lejos de acercarse a la influencia del español en la red. Según el Instituto Cervantes, en la primera década del siglo XXI, el español en la web creció 1,123% y mucho de ese español se teclea desde Estados Unidos, segundo país con más hispanohablantes.