En estudio reciente aplicado y publicado en los Estados Unidos afirma que el 83% de los encuestados prefiere leer noticias por internet que en los diarios. En esta tendencia de consumir noticias a través de internet el lector tiene opciones de sobra.
Para Chesterton el periodismo tiene una función básica de decir lo que pasa en el entorno, Kapuscinski apela más a que lo dicho tenga un contexto histórico y la noticia tiene que decir algo más que lo que está nombrando; Rodolfo Wash opinaba que el periodista, y por extensión el periodismo, tiene que tener como característica principal la libertad. Ninguna de las visiones o nociones básicas del periodismo prohíbe el no decir; “línea” le dicen a ese acto de decidir lo que se dice y no.
A Facebook se le ha acusado, igual que en 2016, de bloquear información referente al virtual candidato republicano a la presidencia de los Estados Unidos, el impresentable Donald Trump. Y es que desde que la red social más grande del mundo ha pasado de ser un punto de encuentro de amigos de la universidad, a ser un sitio que cubre también las necesidades informativas de sus usuarios, ha extrañado a muchos que se hayan omitido las actividades de Trump en los Trending Topics de los muros feisbuqueros. Los encargados de la curaduría de las miles de noticias que invaden las páginas de los perfiles de los usuarios son periodistas nóveles que hacen su servicio en la famosa red social. Las filtraciones de lo que pasa en esas mesas de redacción dicen, algunas, que se sigue una clara línea editorial, que llega a las cabezas de la corporación, y que está en contra del candidato-empresario y de cualquier tipo de promoción; otras, menos radicales, dicen que el criterio era responsabilidad del curador en turno. Facebook se ha defendido diciendo que en realidad todo depende de los mismos usuarios, y que los algoritmos en sus sistemas, que se basan en lo que las publicaciones de la gente son los principales curadores de dichos Treding Topics; si Trump no es tendencia en su mundo virtual es porque, según ellos, no lo está siendo en el mundo real.
Varios medios han criticado lo que está pasando en Facebook, independientemente de si es culpa de los empleados, de los trabajadores o de los algoritmos, en una campaña cínica en contra de la red social. Las líneas editoriales en Estados Unidos están más marcadas que la tez de un nonagenario; basta ver cualquier talk show de las grandes cadenas para constatar esto; algunos de estos shows se transmiten cinco días a la semana y prácticamente cada día el mensaje es el mismo; y en los medios impresos (en los que no tiene participación Trump) la línea va por el mismo rumbo.
¿Por qué se espera entonces que las redes sociales sean El Lugar en el que se practiquen las nociones más “nobles” de periodismo? cuando en Facebook la libertad de expresión no uno de sus fundamentos. Las expectativas de libertad de expresión y el periodismo del face son irreales.