Las doce palabras finalistas del 2024

Como cada año, la Fundación del Español Urgente (FundéuRAE) nos invita a reflexionar sobre el lenguaje y su evolución a través de la selección de las doce palabras candidatas a ocupar el trono del año.  La selección de la FundéuRAE cumple con dos requisitos fundamentales: las palabras deben haberse utilizado con notable frecuencia en los medios de comunicación y en el debate público del año, además de aportar algún interés lingüístico, ya sea por su origen, sus transformaciones o el modo en que han adquirido nuevos significados.

Lenguaje y tecnología: la alucinación de la IA

Uno de los términos más intrigantes es “alucinación”, que tradicionalmente ha estado asociada a experiencias sensoriales irreales. Ahora, con el auge de las inteligencias artificiales, ha adquirido un significado adicional: la capacidad de estas tecnologías para generar información falsa o errónea. La extensión de su sentido revela no solo la influencia de la IA en la vida moderna, sino también cómo el lenguaje se adapta con agilidad a los nuevos tiempos.

Crisis climática y medioambiente: dana y pellet

El medioambiente también está presente en esta lista, con voces como “dana” y “pellet”. La primera, lexicalización de la sigla DANA (depresión aislada en niveles altos), se ha convertido en un término común debido a las devastadoras inundaciones que golpearon varias regiones este año. Por otro lado, “pellet”, un extranjerismo que alude tanto a combustible granulado como a las bolas de plástico que protagonizaron uno de los desastres ecológicos del año en las playas gallegas, pone de manifiesto la creciente preocupación por los residuos y la contaminación.

Vivienda y precariedad: entre micropiso e inquiokupa

El derecho a la vivienda ha sido uno de los debates centrales del 2024. En este contexto, la voz “micropiso” refleja la realidad de espacios habitacionales cada vez más reducidos, mientras que “inquiokupa” sintetiza, con un neologismo ingenioso, una situación compleja: la de inquilinos que dejan de pagar y continúan ocupando la vivienda. Ambas palabras no solo describen fenómenos sociales, sino que también encapsulan problemáticas económicas y políticas.

La sensibilidad social: gordofobia y mena

La dimensión social también tiene su lugar en esta selección. Términos como “gordofobia” dan cuenta del creciente debate en torno a la discriminación por cuestiones de peso y los esfuerzos por visibilizar esta problemática. Por su parte, “mena”, acrónimo de menores extranjeros no acompañados, sigue siendo un término central en el debate migratorio, cargado de connotaciones políticas y sociales.

Globalización y cultura: woke y turistificación

El anglicismo “woke”, que alude a la sensibilidad frente a las injusticias sociales, ha llegado al idioma español con matices tanto positivos como negativos, dependiendo del contexto en que se utilice. Su presencia en el debate cultural y político refleja un fenómeno global que atraviesa fronteras. Por otro lado, “turistificación” pone sobre la mesa un dilema contemporáneo: cómo la masificación del turismo transforma ciudades y regiones, generando beneficios económicos, pero también tensiones con los residentes locales.

La selección de estas doce palabras no es casual. Cada una, en su singularidad, refleja las inquietudes, los desafíos y las transformaciones de nuestro tiempo. En breve conoceremos cuál de estas palabras se alzará con el título de la Palabra del Año. Pero más allá de la ganadora, esta selección es un recordatorio de que el lenguaje, como un espejo, refleja las luces y sombras de nuestra sociedad.

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