No es la primera vez que Björk, la famosa cantante islandesa, muestra una obsesión con la tecnología y sus aplicaciones a la música; en 2001, en pleno auge de las plataformas P2P, con Napster y Audiogalaxy surcando a toda vela los mares piratas , Björk se propuso crear un álbum que no perdiera calidad a la hora de comprimirse y descomprimirse una y otra vez en su camino al puerto de destino, así nació Vespertine . En 2011, Björk lanzó Biophilia , un álbum pensado para ser reproducido en el iPad en forma de aplicación; esta app contenía otras 10, que conformaban el número de canciones de Biophilia ; la intención, por supuesto, era permitir interactuar a los usuarios con su música. Éste fue un álbum no sólo interactivo, sino también “interdisciplinario” ya que la autora no sólo presentaba su música, ésta fluía a la par de visualizaciones, juegos e incluso algunos ensayos. Con Vunicultura , lanzado originalmente en 2015, Björk creó un álbum que utilizaba un invento de otro adelantado a su tiempo, Leonado DaVinci, este es la viola organista; el álbum incluía además una exhibición de realidad virtual que mostraba videos de algunos temas emblemáticos; en 2019 hubo un relanzamiento de Vunicultura en forma de aplicación para gafas de realidad virtual, creando así una experiencia totalmente inmersiva. Ese mismo año, con Cornucopia , Björk realizaría una gira llena de tecnología en la que, entre otras cosas, contaba con instrumentos digitales creados exclusivamente para el tour, amén de los efectos de luces, sonido y video, esas súper producciones que suelen estar presentes en los conciertos de la compositora islandesa.
Apenas empieza 2020 y Björk ya está involucrada en otro proyecto lleno de tecnología que dará mucho de qué hablar. Se trata de una canción titulada Kórsafn ; lo peculiar de esta canción es que es reproducida en bucle, y va cambiando a lo largo del día dependiendo de las condiciones climáticas del lugar en el que se transmite, en este caso desde el lobby del hotel Sister City, en Nueva York; esto es posible gracias a algoritmos creados por Microsoft exclusivamente para Kórsafn . Las bases de esta canción son una serie de archivos musicales a los que se les ha implementado partituras del coro islandés Hamrahlid, que acompañó a Björk en la gira de Cornucopia . Kórsafn será una canción “diferente” a lo largo del día, adaptándose a la posición del sol, la presión barométrica y a otras condiciones del tiempo que afecten los alrededores del hotel; lo que se busca es que la música refleje (o provoque) las sensaciones y estados de ánimo de la gente y su interacción con el clima.
Por supuesto, no hace falta estar en Nueva York para escuchar Kórsafn , ya que ésta puede ser reproducida en cualquier parte del mundo, y en tiempo real, y que además muestra las imágenes de la cámara colocada en el techo del hotel, desde la siguiente dirección: https://sistercitynyc.com/
bjork/ Que no nos extrañe encontrar, en algún momento de lo que resta de este 2020 una aplicación desarrollada en colaboración con Björk, que reproduzca los principios de Kórsafn.
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