En San Luis Potosí las recientes designaciones de Mónica Rangel Martínez y Xavier Nava Palacios como candidatos de Morena a la gubernatura del estado y la alcaldía de la capital, respectivamente, han acrecentado aún más el descontento entre los militantes morenistas; sin embargo, la gran mayoría encuentra refugio en el bloque de la 4T, integrado por el Partido del Trabajo (PT) y el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) “Juntos haremos historia por San Luis Potosí”.

Esta coalición es encabezada por Ricardo El Pollo Gallardo, quien día a día se ve más fortalecido, porque además de encabezar los sondeos donde se coloca como virtual ganador de la contienda electoral del próximo 6 de junio, la percepción pie-tierra es aún más contundente, ya que El Pollo Gallardo ha encontrado una comunicación exacta con el grueso del pueblo de San Luis, quien se identifica con el candidato del PT-PVEM.

Además, al candidato de la coalición “Juntos haremos historia por San Luis Potosí” se le allana el camino con la vergonzosa actuación del ex alcalde, ex perredista, ex panista y ahora pseudomorenista, Xavier Nava Palacios, quien dejó a propios y extraños boquiabiertos, ante su muy cuestionada e inimaginable decisión de incorporarse a las filas del partido guinda; adhesión que nadie comprende, pues es un hombre que ideológicamente ha denostado a la 4T en repetidas ocasiones, incluso, al extremo de llamar “porquería” al partido que hoy lo postula. Lo que sí está claro es que lo importante para Nava simple y llanamente es reelegirse como alcalde de la capital y ese es el único camino al que tuvo acceso; pareciera que es más grande su temor de que quien llegue al gobierno de esa capital denuncie sus malas cuentas, que la vergüenza que deja su muy lamentable actuación.

Basta recordar que Nava siempre se ha dejado ver con diversos personajes que, de forma frontal, increpan consistentemente al presidente de México Andrés Manuel López Obrador, además de patear la puerta de Palacio Nacional junto con un grupo de panistas, que pretendían obtener mayor presupuesto. Su constante rechazo a la 4T y a los morenistas la hizo patente a través de todos los medios a su alcance.

Está más que claro que esta decisión en nada debe de tener contento al primer mandatario quien, en cada momento, acredita que efectivamente se mantiene al margen de su partido en esa toma de decisiones; pero es extraño y resulta hasta absurdo pensar que el sentido común de quien impulsó a Nava Palacios y lo llevó hoy a encabezar a Morena en la capital de San Luis Potosí no observó que en todo momento Xavier Nava ha insultado, con extremo repudio, a la 4T y al gobierno lopezobradorista.

Lo más grave para el candidato a alcalde es que la decisión que tomó provocó la ira hacia él, de propios y extraños, quienes manifestaron su malestar en diversas redes sociales por la incongruencia y actitud asumida por el hoy candidato morenista.

El proyecto de la 4T es una propuesta ideológica, que se asume con acciones gubernamentales, no se puede erigir como representante a alguien de una ideología que no profesa.

Xavier Nava Palacios y Mónica Rangel Martínez practican una ideología adversa al régimen actual y jamás entenderán siquiera el principio ideológico que mueve a la 4T; su arribo responde a intereses y componendas políticas. No lograron engañar a la base que emana de la izquierda y, mucho menos, a las huestes morenistas y a sus auténticos dirigentes. Es lamentable que, incluso, se les pretenda tratar de manera denigrante cuando, en su propio estado, les llaman ignorantes.

La población de San Luis Potosí cuenta con la madurez política para decidir la mejor opción y, en estas tierras, se ha agotado el tiempo en que la política se ejercía a través del engaño, la represión y persecución política.

Hoy, nada de eso es el camino para obtener el poder. Hoy, en San Luis Potosí la política ha tomado el cauce que permite garantizar una vida democrática, atendiendo el derecho de la sociedad potosina.

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