El Partido Acción Nacional anunció que, además de las alianzas locales con otras fuerzas políticas como son el PRI y el PRD , habrán de acompañarse en una gran alianza en poco más de la mitad de los distritos a diputados federales, que estarán en disputa el próximo año. En total, son 158 los distritos anunciados por esta fuerza política en los que, con coalición, buscarán la mayoría opositora en la Cámara Baja.

Está más que claro que, a las fuerzas políticas, les interesa ganar posiciones locales, desde gubernaturas hasta regidurías; sin embargo, para las fuerzas nacionales la prioridad es una sólida coalición en el Poder Legislativo.

Es importante destacar que, de los 15 estados que renovarán gubernaturas, 8 son gobernados por el PRI; 4 por el Partido Acción Nacional; uno por el PRD; uno por Morena; y un independiente.

Las estructuras territoriales de cada partido jugarán un papel preponderante para llevar votos a sus franquicias. Los 8 estados que corresponden al PRI seguro harán uso de las estructuras tradicionales, pretendiendo lograr el mismo efecto que se causó en Hidalgo y Coahuila. Hasta ahí es aceptable, siempre y cuando, no se utilicen recursos públicos provenientes de las arcas de los gobiernos estatales para la compra de voluntades o para denostar, calumniar y frenar el avance de sus adversarios. La guerra sucia parece será inevitable.

Acción Nacional, aunque ha desarrollado sentido respecto a la creación y uso de estructuras, su apuesta es al voto consolidado que, en honor a la verdad, es el más consistente de todas las fuerzas políticas; tal vez no muchos, pero sí seguros.

El PRD con el único estado que gobierna, Michoacán, cuenta con una estructura, aunque esta se ha mermado por la salida de importantes cuadros en esa entidad, como la del diputado Carlos Torres Piña, quien es reconocido por su capacidad y compromiso social. Hoy, Torres Piña está registrado como precandidato por el partido Morena y sus probabilidades de lograr ser candidato por esa fuerza política son muy altas, así como para ocupar la máxima posición estatal.

Para Morena, Baja California es el sitio a defender y conservar, y nadie duda de la capacidad de operación que el gobernador Jaime Bonilla ha venido implementando a lo largo de estos meses de su gestión. Recordemos que, efectivamente, el tiempo como gobernador transcurrió muy rápido para su administración, misma que habrá de concluir el próximo año.

Y finalmente, el polémico Jaime Rodríguez El Bronco, quien, al haber obtenido el triunfo como independiente, no tiene el abierto respaldo de alguna fuerza política nacional, seguro que hoy se percata de lo importante de contar con el acompañamiento de alguna.

Como ya lo hemos manifestado en este espacio, la polarización se consolida en dos partes: la que encabeza la derecha representada por Acción Nacional, como principal bloque opositor, y la izquierda que encabeza Morena. Recientemente el dirigente de ese partido Mario Delgado así lo reconoció.

Por eso, es fundamental para el bloque que acompaña el proyecto de la 4T que la mezquindad y el interés personal no se antepongan a la posibilidad de continuar la alianza de las izquierdas, que permita contener el avance del cada vez más agrupado bloque de derecha, al que habrá que sumarle la presencia de empresarios y supuestos perfiles ciudadanos encabezados por el dueño de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad y la agrupación política Sí por México, Claudio X. González.

Muy pronto, observaremos el uso de supuestos mecanismos que combaten la corrupción, utilizando medios informativos para denostar y golpear a diferentes actores políticos. La verdad a medias, que al final es una mentira, aparecerá consistentemente contra actores diversos en este proceso por vivir.

Diputado federal

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