Un extraordinario laboratorio electoral, con la nueva normalidad incluida por la pandemia del Covid-19, así como los dos primeros años de este gobierno, serán el marco de referencia para llevar a cabo el próximo proceso electoral del 18 de octubre de este año. Los estados de Coahuila e Hidalgo vivirán un proceso electoral local: en el caso de Coahuila la elección de 25 diputaciones locales, 16 por mayoría relativa y 9 por representación proporcional; en tanto que en Hidalgo la disputa será por 84 presidencias municipales.
En esta elección se podrá observar las medidas sanitarias aplicables con el fin de evitar contagios entre los ciudadanos que asistan a las casillas electorales, lo cual será un motivo que impulse o detenga la afluencia de electores; aunado a esto, el ánimo social seguro habrá de hacerse presente y es muy probable que con estos dos ingredientes, la participación en este proceso democrático se dé a la baja. Será difícil que en los procesos por venir, alguno se aproxime al porcentaje de participación ciudadana que se logró en el 2018, cuando fue electo el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Es innegable que el porcentaje de participación permitirá un resultado a favor de uno u otro, sin embargo, la efectividad para el triunfo electoral del próximo 18 de octubre y del 2021 dependerá de la solidez de las estructuras partidistas.
Todos los institutos políticos activan de forma consistente sus franquicias, sobre todo en aquellos distritos en donde no se lograron coaliciones o candidaturas comunes. En esos distritos o municipios, los partidos que no hicieron coalición o no llevan un candidato en común tendrán que ser más representativos en sus números, ya que a prácticamente 8 meses de la elección del 2021, Hidalgo y Coahuila nos permitirán observar los posibles escenarios que habremos de vivir, tanto en materia de salud, como en el acomodo o reacomodo de las fuerzas políticas; sin embargo, siempre es prudente ratificar que en política no hay nada escrito y cualquier cosa puede suceder.
No son muchos los estudios realizados respecto a los procesos electorales de Coahuila e Hidalgo; sin embargo, en este último estado donde se disputan los gobiernos municipales, los estudios realizados muestran que la batalla se concentra entre el PRI, que ha sido por más de 80 años hegemónico, y hoy se ve cercanamente amenazado por Morena y sus aliados.
De refilón
El presidente Andrés Manuel López Obrador, en una de las mañaneras de la semana pasada, dio a conocer la existencia de una nueva organización opositora a su gobierno. Según lo refirió el propio mandatario, esta la encabezan Claudio X. González y Gustavo Hoyos; esa declaración provocó que los referidos aceptaran la creación de una organización más, similar a la de “Mexicanos Contra la Corrupción”, denominada “Sí x México”.
Los involucrados, al dar a conocer qué quiere “Sí x México”, destacaron en tres puntos, aspectos adheridos a una visión política. Propondrán una agenda nacional y dicen construirán una nueva mayoría, además de convocar a todas las organizaciones y personas que estén dispuestas a trabajar por México para que se sumen a dicha organización y dicen que retarán a los partidos políticos a que adopten las propuestas de los ciudadanos, con un compromiso real.
Es decir, se vislumbra una activa participación de esta organización en la vida política de México, y sus aliados serán aquellas fuerzas políticas que estén dispuestas a incluirse o a incluirlos en su vida política partidista. Al dar a conocer su propuesta, queda claro que “Sí x México” y “Mexicanos Contra la Corrupción” son organizaciones con interés, movilidad política y social en México.
Diputado federal