Horas cruciales se vivirán en la Cámara de Diputados federal, ante la víspera de la discusión del presupuesto que habrá de ejercerse para el próximo año. En otro tiempo, el llamado reloj legislativo se atrasaba de acuerdo con los avances que, en materia presupuestal, se daban a través de las discusiones, cabildeos y presiones de toda índole dentro del Palacio Legislativo de San Lázaro.

Hoy, los diputados decidieron y se comprometieron a lograr que la elaboración del presupuesto del año por venir se concluya a más tardar el próximo 15 de noviembre y evitar, con esto, que los tiempos se consuman por conclusión del año, provocando como en otro tiempo mayor esfuerzo en cabildeos y negociaciones precipitadas en la búsqueda del equilibrio económico, más efectivo, para atender las necesidades financieras de los diferentes sectores sociales e instancias que conforman el gobierno.

Existe la posibilidad de que el próximo martes diferentes grupos arriben a las instalaciones de la Cámara de Diputados para generar presión en la referida asignación presupuestal; entre los más representativos se encuentran organizaciones campesinas y el grupo político de Antorcha Campesina.

Sin embargo, es importante diferenciar a unos de otros, ya que efectivamente existen organizaciones campesinas que, históricamente, han acreditado que su interés primordial es el fortalecimiento de la productividad del campo de nuestro país, para atender de forma oportuna y efectiva la demanda alimenticia. Esos grupos siempre han estado presentes en la búsqueda de mayores posibilidades de financiamiento y su lucha pareciera justa.

En el caso de Antorcha Campesina, polémica organización de origen social que con el tiempo ha acumulado un poder importante al sumar a miles de personas por las diferentes canonjías que ofertan, cuenta con una infraestructura que provee a sus agremiados de vivienda, así como elementos productivos y hasta educativos; es decir, cuentan con escuelas que controlan en todos los aspectos, incluyendo el doctrinal. Existen espacios en el territorio nacional en donde, prácticamente, son la única autoridad reconocida entre ellos y, por supuesto, todo esto lo han logrado auspiciados por diferentes gobiernos con recursos públicos que provienen de todos y cada uno de los mexicanos.

El día de ayer Antorcha Campesina cumplió 45 años, y todo parece indicar que pasarán de ser sólo una “agrupación social” a una fuerza política formal, evidentemente con fines electorales; al menos, ahora su actividad política y electoral no estará encubierta con el desgastado argumento de su lucha social.

Cualquier recurso que se destine a esa organización, sin duda, tendrá como complemento la utilidad política con fines electorales al encontrarnos en la antesala de las elecciones del 2021; por ello, es de singular importancia revisar los recursos que se puedan destinar a esa organización, ya que de origen pueden estar incurriendo en algún tipo de delito electoral.

En fin, solo basta recordar que el año pasado tomaron los accesos del recinto legislativo, violentando el derecho del libre tránsito no sólo de diputados, también de cientos de trabajadores que prácticamente fueron retenidos y se les impidió salir para atender sus obligaciones cotidianas, madres desesperadas por reunirse con sus hijos en las escuelas, personal que requería de atención médica o simple y llanamente el interés de estar con sus familias, todo esto provocó que algunos saltaran por las bardas perimetrales del recinto legislativo poniendo en riesgo sus vidas, ya que una vez estando fuera, eran víctimas de agresiones por parte de los integrantes de esta organización política.

Si esa será nuevamente la estrategia a seguir por este grupo, valdría la pena dejar claro que poco se obtendrá mediante ese tipo de acciones que solo violentan e interrumpen el trabajo que realizan los diputados para concretar la asignación presupuestal de toda una nación.

Ojalá y la civilidad impere a la hora de ejercer el libre derecho a la manifestación.

Diputado federal

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