La respuesta del diputado federal del Partido del Trabajo Gerardo Fernández Noroña a la reconvención hecha por el Instituto Nacional Electoral (INE) derivó en una denuncia ante la Secretaría General de la Cámara de Diputados para iniciar juicio político contra el presidente de ese órgano electoral, Lorenzo Córdova Vianello, y el consejero Ciro Murayama Rendón; ya que, a criterio del legislador y de algunos expertos juristas, la autoridad electoral ha violentado de forma sistemática los mandatos constitucionales y ha agraviado el derecho fundamental de los ciudadanos con determinaciones que, incluso, trasgreden el ámbito de sus facultades.

Para nadie resulta extraño que hoy la política se desarrolle bajo la argumentación jurídica; el debate ideológico y social ha sido rebasado. Hoy, para vencer o ser vencido es a través de las instancias judiciales o de procuración de justicia.

En conferencia de prensa, el legislador dio a conocer sus motivaciones y su intención de llevar a juicio a los funcionarios electorales; en esta, Fernández Noroña señaló, de forma contundente, que los asuntos políticos no son personales, es decir, hace pensar con lo dicho que las acciones de la autoridad electoral están sostenidas por la presunta antipatía que, en algunos actores políticos y autoridades, genera el legislador petista con su polémica ideología.

Lo que sí resulta cierto es que autoridades, en todos los ámbitos, utilizan cada vez más y más instrumentos de carácter legal y, mediante el abuso del poder, pretenden acallar o lastimar a sus adversarios a través de componendas jurídicas para eliminarlos de la vida política y social.

La trasgresión a las facultades, derechos y obligaciones de un poder como el legislativo es, curiosamente, el acto más antidemocrático existente.

La frase acuñada por el primer mandatario de que “El poder atonta a los inteligentes y a los tontos los vuelve locos” parece ser más que una expresión, parece ser la visión exacta para aquellos que entienden la política de forma personal y, así, responden a la hora de ejercer su poder.

El diputado Fernández Noroña seguirá dando mucho de qué hablar, y seguro tendrá la capacidad de dividir opiniones. Lo que sí está claro es que hoy, al quedar sentado este precedente, el legislador no solo se defiende a sí mismo, su defensa es al derecho de los 500 diputados que conforman la principal tribuna de la nación. Los representantes del pueblo de México no pueden ser reconvenidos por sus expresiones, y mucho menos, porque para alguien resulta inapropiada o desagradable la forma en que lo hace.

En la historia del Congreso, el calor y la euforia de los diputados, a la hora de debatir o manifestar sus ideas, los han llevado a expresar infinidad de frases, pensamientos o sentimientos; sin embargo, también está más que claro que nada es, ni se puede asumir como un acto personal.

La frase de la semana, que sin duda alienta a todos aquellos que creemos en la verdad y en la defensa de nuestros derechos, es la dicha por el primer mandatario Andrés Manuel López Obrador y que, políticos y ciudadanos en general, debemos adoptar como propia en cualquier circunstancia: “No se puede vencer a quien no sabe rendirse”.

El diputado Reginaldo Sandoval, coordinador de la fracción parlamentaria petista en la Cámara de Diputados, es un claro ejemplo de lo dicho por el primer mandatario. Mucha salud para él.

Diputado federal.

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