Color de hormiga se pueden poner las cosas al interior del partido Morena, si no atienden a la experiencia que muchos actores emanados del PRD vivieron en ese partido, a la hora de luchar por espacios políticos a su interior. Lo lógico sería atender el llamado que días atrás hizo el máximo líder moral y fundador de ese partido Andrés Manuel López Obrador, hoy Presidente de México.

Para evitar posibles fracturas a la hora de renovar su dirigencia nacional, ese partido debiera atender el mecanismo que ya ha experimentado, y que se ha posicionado como la práctica más saludable, que en este caso será para definir a su próximo presidente e integrantes de su dirigencia nacional.

La fórmula es muy simple, mantener el método en el que el primer mandatario siempre ha creído y ha aplicado con congruencia en los últimos 20 años. Los estudios de opinión o encuestas son efectivos para conocer la opinión sobre el actor mejor calificado en la opinión pública y evitar confrontaciones y desgastes innecesarios para lograr una sana convivencia entre los integrantes de ese partido, sobre todo con miras al 2021.

Con sólo cuidar la seriedad de los expertos y profesionales en ese campo, seguro es, los llevaría a buen puerto, como ya lo ha hecho en otros momentos, cuando han tenido que tomar decisiones a la hora de elegir candidatos a diferentes cargos de elección popular.

Seguro es que algunos actores de ese partido preferirían dejar a un lado el método de encuestas para hacerlo al viejo estilo perredista, es decir, con la fuerza de sus órganos internos; así se garantiza que la voluntad de unos cuantos se imponga para mantener el control, obvio, hacia el sector que por agrupación mayoritaria cuente con los votos para decidir o, peor aún, haciendo valer argucias legales, para evitar cumplir en tiempo y forma, con el proceso establecido por sus propios estatutos partidistas.

Si como lo sugirió el jefe del Ejecutivo, y la dirigencia de ese partido atiende al liderazgo moral del mismo, será a través de encuestas como se defina quién será el próximo dirigente nacional de ese instituto político; de acuerdo con estudios recientes dados a conocer, Mario Delgado, coordinador del grupo parlamentario de Morena en la Cámara Baja, es el puntero, seguido por Alejandro Rojas Díaz Durán. El que el diputado Delgado se encuentre en esa posición de aceptación y conocimiento no es de extrañar, ha jugado un papel preponderante en la vida política nacional; precisamente, a través de la coordinación que encabeza y ante la importante transformación que en materia parlamentaria ha vivido los últimos dos años nuestro país.

De refilón

¿Por qué debiera resultar extraño que el diputado Gerardo Fernández Noroña busque para sí y para el Partido del Trabajo conducir la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados Federal? Si él es un hombre que a lo largo de su vida pública ha actuado de forma congruente a su convicción ideológica. Hoy, para muchos, podrá resultar extraño o incluso frívolo que aspire a tan alta encomienda, pero si lo reflexionamos con seriedad, nos daremos cuenta que el PT logró su posición actual ante el tino político de acompañar a Morena y al presidente López Obrador en su proyecto de origen.

Si hoy las condiciones políticas, y por número, favorecen al PT ¿por qué habría de ser víctima de crítica o malestar que actuara como cualquier otro partido lo ha hecho a lo largo de la historia política de México? Fernández Noroña puede resultar para algunos altamente controversial, pero lo que sí es un hecho es que el diputado es un hombre experimentado, con conocimiento de la vida legislativa y legal, que de forma profesional podría atender con eficiencia y eficacia la máxima posición camaral, como lo es ser Presidente de la Mesa Directiva. ¡En fin, ya veremos!

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