Gran desesperación mostraron los partidos Acción Nacional y de la Revolución Democrática al publicar un desplegado para pedir a los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) anulen la elección a gobernador en San Luis Potosí, por diversas causas que se sostienen en falsedades usadas en la guerra sucia que, durante el pasado proceso electoral, emprendieron en contra del candidato Ricardo Gallardo Cardona, quien triunfó de forma contundente como abanderado de la alianza “Juntos haremos historia”, conformada por el Partido del Trabajo y el Partido Verde Ecologista de México.
Fue tan contundente la decisión del pueblo potosino que, de las siete diputaciones federales, seis se llevó el PVEM y una más, Morena, dejando fuera de toda posibilidad a los partidos que conformaron la alianza “Sí por San Luis Potosí”, PAN, PRI y PRD; esta simple señal muestra la decisión que, de forma democrática, se impuso el pasado 6 de junio.
Hasta ahora, las impugnaciones presentadas por la alianza de la derecha no han rendido frutos. Para esta coalición el acuerdo era muy sencillo, acompañarse entre sí, en los procesos legales, para lograr revertir las elecciones de Campeche, Michoacán y San Luis Potosí e, incluso, hicieron la siguiente distribución: Campeche para el PRI, Michoacán para el PRD y San Luis Potosí para Acción Nacional. Con esa simpleza y absurda actitud, pretendían ganar un mayor número de gubernaturas para sus partidos, sin importarles la voluntad popular, que tanto dicen enarbolar y respetar.
Ese fue siempre el interés de la alianza “Si por México”; sin embargo, en San Luis Potosí han quedado más que claras cuáles son la voluntad y decisión que se hicieron manifiestas el pasado 6 de junio por el pueblo potosino. Incluso, casas encuestadoras han colocado al candidato del PVEM-PT como uno de los 15 gobernadores recién electos más altamente calificados para combatir los diversos flagelos que aquejan a cada uno de sus estados. Además de que casi el 70 por ciento de los potosinos está de acuerdo y conforme con el resultado obtenido en la elección.
La estrategia utilizada por la ahora oposición en el estado potosino se sostuvo consistentemente en utilizar verdades a medias, falsedades, desinformación difundida por algunos portales y columnistas respecto a la vida personal y política de Gallardo Cardona, para tratar de mermar la simpatía y conexión que logró con el grueso de la población. Sin embargo, como ya está claro, eso no rindió frutos.
Ante la impugnación presentada en diferentes instancias, la cual se sostenía en el supuesto rebase de topes de campaña, causal con la que la alianza de la derecha buscó la anulación de la elección en el estado, las autoridades electorales ya le han dado la razón a El Pollo Gallardo. El Instituto Nacional Electoral (INE) ya rindió el informe respectivo en el cual se niega que exista rebase de topes de campaña por parte del candidato ganador.
Por ello, al quedar sin sustento la impugnación presentada, ahora recurren a los argumentos utilizados en la campaña negra contra Gallardo, la cual fue orquestada por su adversario, el candidato de la derecha Octavio Pedroza. De esta forma, tratan de incidir en la moral de los magistrados responsables de resolver la impugnación presentada para que su resolución se genere a través de la desinformación, la calumnia y la descalificación, dejando a un lado el derecho y la aplicación exacta de la legalidad, legalidad de la cual ya han dado muestra clara que cumplen los magistrados del TEPJF.
El acto desesperado del PAN y el PRD no fue acompañado por el PRI, partido que se abstrajo de presentar la impugnación porque, para esta fuerza política, tal impugnación está sostenida en una campaña mediática de desprestigio, carente de sustento y de verdad; lo cual, evidentemente, no tuvo efecto en los potosinos que conocen de la trayectoria y la vida personal de Gallardo Cardona, y por ello le dieron un contundente triunfo por más de seis puntos.
Está claro que los absurdos e inmorales argumentos de la derecha potosina no rendirán frutos en la decisión de los magistrados que, seguro, ratificarán el triunfo de Ricardo Gallardo Cardona, quien el próximo 26 de septiembre rendirá protesta como Gobernador Constitucional, ante el Congreso local y, mejor aún, ante el pueblo potosino.