Gran polémica desató la resolución que emitió el Instituto Nacional Electoral (INE) y ratificó el propio Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) en contra del diputado federal petista Gerardo Fernández Noroña , respecto al acto de violencia política de género.
Por diversas razones, este no es un asunto común, ya que además de inédito, se abre al escrutinio público y da margen para un amplio debate y reflexión.
En todo lo relativo al orden legal, en lo jurídico es altamente cuestionable la resolución de referencia; ya que, a juicio de las expertas y los expertos que fueron consultados, se trasgrede principios elementales como lo es la retroactividad y, en el ámbito legislativo, reconvenir a un diputado por sus manifestaciones.
El Poder Legislativo es un ente que actúa con la autonomía política que le confiere la Constitución y los diputados y las diputadas cuentan con facultades y obligaciones expresas consagradas en la ley de la materia y en los reglamentos y códigos de ética; es decir, el responsable de sancionar la conducta de un legislador en funciones es el propio cuerpo colegiado.
Lo anterior, sin menoscabo de la diversa opinión respecto a la conducta del diputado que puede resultar, para algunos, altamente descalificable y, para otros, tal vez no lo sea; ya que todo depende de la información íntegra de los hechos y de los dichos, no descontextualizados, que llevaron al estado actual a los involucrados.
La violencia siempre es denostable en cualquier modalidad, y esto incluye por supuesto la, hoy nueva, llamada violencia política de género. La respuesta legal debe contar con un soporte técnico jurídico y no puede responder al reclamo mediático de linchamiento hacia un actor político y mucho menos a la opinión personal de quien juzga.
El respeto estricto a la legalidad es el instrumento que nos permite en todo momento alcanzar actos de justicia, está claro que por diversas razones este asunto ha tenido exposición mediática ante el perfil rebelde y confrontativo que por años ha caracterizado al diputado Fernández Noroña; sin embargo, en la lista del Registro Nacional de Personas Sancionadas en Materia de Violencia Política contra las Mujeres por Razón de Género ya se encuentran los nombres de ocho hombres y una mujer, sin que hasta el momento exista información de que una vez que aparecen en esta lista, los derechos políticos y de participación electoral queden suspendidos para algún actor; es decir, las sanciones ya fueron expuestas por el órgano responsable de acreditar la conducta del denunciado, atendiendo al reclamo del quejoso.
El diputado Fernández Noroña ha manifestado en repetidas ocasiones su deseo de continuar en la vida legislativa para, posteriormente, buscar ser candidato a la Presidencia a la República; para algunos esto puede resultar inviable, pero para el grueso de la población, es decir para las mayorías, es altamente factible, al menos esto se observa en su número de seguidores en redes sociales y en los mítines a los que asiste.
Controvertido o no, Gerardo Fernández Noroña es un actor político reconocido y figura pública que con autenticidad defiende sus propias ideas.
Ojalá y no sea la especulación la que lleve a cancelar sus derechos político-electorales y parezca que esto solo tiene la intención de limitar sus propias aspiraciones.
Refilón
Muy contento se vio al alcalde potosino de Soledad de Graciano Sánchez, Gilberto Hernández Villafuerte, ante la deferencia que el presidente de la República Andrés Manuel López Obrador hizo al asistir a su municipio para atender temas relacionados con seguridad, entre otros que son de interés para la población de ese lugar. La lectura política que actores le dan a esta visita es la correcta.