El actual secretario de Gobernación Adán Augusto López Hernández, que ha sido reconocido por el propio presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, como un magnífico operador político, y de quien los propios actores políticos refieren que su actuación como titular de la política interior, coincide plenamente con la descripción que de él hiciera el primer mandatario.
Don Adán, como es mencionado en el argot político, es un hombre con sensibilidad y talento político, y hoy es reconocido como la instancia política más representativa que de forma institucional se encuentra para lograr cualquier tipo de acuerdo. Es como si se tratara con el propio presidente.
Ha logrado sensibilizar diversos temas que, en un momento, fueron álgidos para el gobierno federal. La relación que la Secretaría de Gobernación hoy tiene con los 32 gobernantes de los diferentes estados que conforman nuestra nación merece reconocimiento; ya que ésta se ha dado de forma respetuosa e institucional, buscando el consenso y la posibilidad de los acuerdos.
Su relación con lo órganos legislativos, como son las cámaras de Diputados y Senadores, hoy permite que estas instancias parlamentarias cuenten con un mecanismo adicional para resolver conflictos internos, cuando se trata de su partido Morena o de buscar un acuerdo entre los grupos parlamentarios que los conforman.
Tanto senadores como diputados hoy ven en el responsable de la política interior una posibilidad más y efectiva para lograr el equilibrio que se requiere en toda relación política: lo mismo se le ve promoviendo la unidad nacional, así como promoviendo la unidad interna de quienes conforman la 4T.
Durante la ausencia del jefe del Ejecutivo federal, que por motivos de salud se vio obligado a guardar reposo, por cierto muy pocos días, el secretario asumió un rol efectivo, y transitó con esa alta responsabilidad sin mayores sobresaltos. Los temas constituidos como flagelo en nuestro país: la inseguridad, el desempleo o la búsqueda del bienestar social se observan como prioridades en la agenda de don Adán. La frase “hay Secretario de Gobernación” se arraiga cada vez más entre los diferentes actores que, por diferentes causas, asumen una relación institucional con el Ejecutivo federal.
Diversos estudios de opinión hoy colocan al actual secretario de Gobernación como una figura pública altamente relevante en la vida, no solo política, también social de México. Su trabajo, además de merecer reconocimiento, propicia la confianza de todos aquellos que se dedican a la vida pública o política y, seguramente, jugará un papel confiable con miras al próximo proceso electoral; esto es de singular relevancia, sobre todo, con la gran desconfianza que se ha generado en un sector por la actuación de los órganos electorales responsables de atender la vida democrática de México.
El secretario López Hernández se ha ganado las simpatías de algunos actores que se han adherido, con el cabal cumplimiento a su actuación, logrando dividendos importantes para la concreción del proyecto de la 4T, que busca el Ejecutivo federal y que es el sello característico del gobierno del presidente López Obrador.
Importante ensayo se verá reflejado en la forma en que se resuelvan los conflictos que, con motivo del proceso electoral, pronto estarán por agudizarse.
