Las descalificaciones utilizadas por el exmandatario boliviano Jorge Quiroga contra el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, deben tomarse como un agravio al pueblo de México. La unidad nacional debe estar por encima de cualquier circunstancia.
El presidente de México no puede ser considerado simple y llanamente como un mexicano más. El presidente de México es resultado de la voluntad popular de los ciudadanos libres de México y es equiparable a una institución.
El presidente de México es un representante de la soberanía de nuestro país y de todos y cada uno de los mexicanos ante el mundo. Por ello, los insultos vertidos indignan a quienes el sentido nacionalista y patriota nos envuelve. Por ello, es importante exigir el respeto que merece su investidura.
De “vulgar borracho de cantina” debe calificarse la conducta de este sujeto que, de forma inapropiada, se expresó de nuestro primer mandatario.
Simplemente nos dejó ver que lo suyo no es la sutileza ni el olfato político, y ni hablar de la cortesía diplomática. Lo suyo es una arenga violenta que poco ayuda a resolver el conflicto entre dos naciones hermanas.
Es fácil presumir a qué interés responde y por lo observado parece que la derecha recalcitrante y ofensiva se le incrustó en el alma.
Por ello, tómese esta colaboración como una suma a la opinión de todos aquellos que anteponemos siempre el interés supremo de la nación, y defenderemos sus instituciones y a quienes nos representan ante el mundo.
De refilón
Doña Olga Sánchez Cordero volvió a referirse a las consistentes campañas que, con dolo, han pretendido hacer pensar que la salida de la secretaria de Gobernación es inminente. Doña Olga ha señalado de forma oportuna que estos rumores responden a embates de adversarios tanto de dentro como de fuera.
Es natural que cualquier grupo o partido político opositor al actual régimen tenga interés especial en generar este tipo de rumores, sin embargo en esta ocasión doña Olga fue mucho más específica al referirse a los adversarios internos. No se requiere de mucho para imaginar quiénes pueden ser estos, pero como ya lo he dicho, tu adversario no es al que derrotaste, tu adversario es el que estás por derrotar.
Está claro que algunos actores políticos hoy ven en la ministra en retiro Sánchez Cordero una adversaria, simple y llanamente por ocupar tan elevado encargo como es ser la segunda de a bordo de este país, apenas después del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Es lamentable que se difundan este tipo de rumores y mucho más si provienen del interior del propio gobierno, porque de esta forma quienes los esparcen acreditan que puede más el interés personal que la propuesta hecha por el jefe del Ejecutivo relativa a la Cuarta Transformación.
Está claro que doña Olga se ha consolidado como un importante pilar de la actual administración y también es innegable que junto con su subsecretario, Ricardo Peralta, ha sorteado los problemas políticos que se han generado a lo largo y ancho de la República mexicana.
Diputado federal
