Resplandecer. En los últimos 15 días, tres mexicanos lucieron en deportes individuales: Checo Pérez, Abraham Ancer y Carlos Ortiz , en especialidades nada comunes en nuestro país, pero con despiadada competencia en el exterior. Provocaron una tormenta de emociones, alegrías y suspiros en la afición mexicana. Estuvieron en portadas, abriendo noticiarios y fueron tema en columnas de todo tipo. Gran mérito.
Son deportes individuales, aunque sabemos que —detrás de cada uno estos atletas— existe un equipo multidisciplinario de especialistas, como ingenieros y mecánicos, así como entrenadores, terapistas, psicólogos, coaches, preparadores físicos, doctores, agentes, etc., pero —a la hora de competir— las decisiones, los riesgos, los errores, el control emocional, la concentración, la habilidad y destrezas en cada especialidad son solamente de ellos; son los que se pasan horas y horas entrenando, cuidándose en todos los aspectos y sólo de ellos es el triunfo o la derrota, con el abrazo de todo el equipo.
Al ver las lágrimas de Ortiz , al levantar el trofeo, trataba de introducirme en sus sentimientos y, seguramente, él recordaba todos los sacrificios que desde pequeño realizó, junto con su familia, llevándolo a los torneos, practicar muchas horas al día, las manos llenas de ampollas, cansancio extremo, llevar un régimen especial y cuidar los hábitos, viajar cada fin de semana, olvidarse de la familia y amigos y —además— estudiar. Todo, en busca de un sueño que había que hacer realidad, en un nivel de altísima competencia.
Así pasó su infancia y juventud. Hace siete años se hizo profesional y, después de múltiples torneos, competir-practicar, desgastes, decepciones, derrotas, que lo único que hacían era sumar experiencia, y lo que no se perdía era la fortaleza interna y la confianza de ganar algún día un torneo de la PGA, el cual alcanzó con méritos propios en el Abierto de Houston. ¡Seguramente, vendrán más!
LEER MÁS:
¡De admirar y aplaudir el gran mérito de todos nuestros atletas en deportes individuales!
Reajustar. Gran reajuste ejecutaron el Tata y el Tri después de un mal primer tiempo, que gracias a Ochoa no terminó por lo menos 2-0 en favor de los nipones. El equipo rectificó, tuvo más posesión, más acoplamiento y contundencia, ya que Raúl e Hirving no perdonaron. Después de la lectura de los primeros 45 minutos, exhibieron una gran reacción para obtener el triunfo.
Excelentes las dos giras por Europa, rivales diferentes, complicados, gran aprendizaje que seguramente será capitalizado para el año tan activo que se viene, empezando con el Final Four de la Nations League en junio, Copa de Oro en julio y eliminatorias a Qatar de septiembre a noviembre, además de los amistosos en marzo y junio.
Reclasificación. Se viene la adrenalina, este fin de semana, con este nuevo formato, partidos a morir, de los que saldrán los cuatro equipos que jugarán la Liguilla.
Mis favoritos son: Santos, Chivas, Tigres y Monterrey.
Los Guerreros cerraron bien el torneo y en estas fases son de cuidado; Chivas, ahora con lesionados, tendrá un difícil partido contra un nuevo Necaxa, ya con la mano del Profe Cruz; Tigres y Rayados, siempre protagonistas y favoritos.