Se tardaron muchos años en darse cuenta de que esta Liga estaba desahuciada.

La siempre trató de apoyar en la reestructura de la Liga de Ascenso, tratando de que todos los equipos participantes tuvieran la infraestructura adecuada, una base financiera sólida y un proyecto viable a nivel deportivo para poder ascender; pero ésta nunca escuchó.

De 18 equipos sólo 12 sobreviven, más dolores de cabeza que satisfacciones ha sido su legado, 72 equipos han desaparecido en 20 años en esta división, los clubes operan con números rojos, hay muy poca inversión y es patente el nulo interés de televisoras, patrocinadores, las bajas entradas en la mayoría de los estadios, al día de hoy ninguno de los 12 cumple con el cuaderno de cargos que la Asamblea exige.

Es una “adjudicación hostil” o un take over que hace La Liga MX , el cual era irremediable; que pudo ser antes, que pudo ser diferente, que no hubiera abolición del ascenso, que el apoyo económico con intervención de la Liga hubiera sido anteriormente, son buenos temas de debate, lo que es un hecho hoy, es que era imposible la continuidad.

 

Hay que reconocer que no hay inversionistas importantes y serios a los que actualmente les interese invertir; es tarea de los dueños y de la Liga trabajar en una reingeniería para volver más atractivo el negocio. La posibilidad de la fusión con la MLS es tema de otra columna.

Gran oportunidad. Después de esta dolorosa decisión, existe una gran oportunidad de crear una verdadera Liga de Expansión o de Desarrollo atractiva para la afición, que sea competitiva, porque es la única manera de elevar el nivel del jugador y se hace apetecible para los inversionistas, para los patrocinadores; además los dueños de estos equipos tendrán apoyo económico y menos gastos operativos.

Tendrán el tiempo para verdaderamente formar un equipo digno de ascender.

Desde mi experiencia, para poder lograr los objetivos, van a ser muy importante los límites de edad, tanto para menores como mayores, cuántos en cancha; si habrá extranjeros, los cuales deberían también tener un límite de edad. Hoy por hoy, con todo respeto, salvo excepciones, hay baja calidad en esta división, lo cual la hace poco deseable, pocos jugadores sub-23 realmente tienen futuro y todos ya fueron vistos por los departamentos de inteligencia de los clubes.

Como ya lo comenté en alguna columna anterior, lo ideal es que los equipos que deseen tengan una filial (como Santos con Tampico) o un convenio para poder tener jugadores sub-23 provenientes de la Liga MX jugando en esta nueva Liga. Hasta hoy hay varios jugadores de buen nivel que al sobrepasar los 20 años de edad ya no dan para jugar en esa categoría, ni tampoco están listos para el primer equipo.

Ellos combinarán su calidad con los menores que ya existen en la de Ascenso y con los mayores y extranjeros permitidos. Aquí viene lo más importante desde mi punto de vista; siempre y cuando los jugadores provenientes de la Liga MX puedan subir y bajar de división cuando el cuerpo técnico del primer equipo lo desee (número limitado obvio).

Este formato sería el ideal, así era antes la Primera A y surgieron buenos jugadores por la competencia que tenían; Jesús Molina, entre varios más, es un claro ejemplo, comenzó en Tigrillos, filial de Tigres. Esto le daría más competencia y sería más atrayente.

En España usan este formato, el cual es obligatorio, todos los equipos tienen filiales y los jugadores menores suben y bajan, hasta un máximo de 10 veces, (después se quedan en primer equipo); la competencia es excelente y se comprueba con la cantidad y calidad de los jugadores que emergen de las filiales.

Otra prueba de este éxito es que España ha ganado casi todo en la sub-21 y sub-19 en UEFA, ya que casi ninguna otra Asociación tiene este tipo de formato, que lo único que hace es proveer más competitividad y experiencia. Esperamos que se aproveche esta oportunidad, son los iniciadores de una nueva liga que arranca de cero.

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