Este viernes comienza la Copa por México , con ocho equipos participantes, del 3 al 19 de julio y teniendo al equipo Mazatlán (antes Morelia) como debutante, las sedes, el Olímpico Universitario y el Estadio Akron de Chivas .
No esperemos gran calidad en los encuentros ya que el receso ha sido muy largo, falta ritmo, adaptación y hay que dosificar los esfuerzos y evitar lesiones. Es por eso que ha causado mucha polémica este torneo, dividiendo opiniones en diferentes temas.
El primero y más importante seria la pandemia, que todavía no da señales francas de disminuir y con esto se ubican en control risk todos los que participan en el certamen. Se obtuvo la autorización sanitaria siempre y cuando se siga un estricto protocolo, con medidas exigentes y así evitar posibles contagios.
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Hoy el tema económico en los equipos es preponderante, las perdidas son inmensurables y se necesita buscar ingresos aunque sean paliativos para la operación de los equipos, y si esto se combina con la preparación en el aspecto deportivo para el Apertura 2020, se cumplen dos premisas para el funcionamiento de un plantel, lo económico y deportivo.
Desafortunadamente al día de hoy hay dos equipos – Cruz Azul y Toluca - con más jugadores que han dado positivo. Ya salió Robert Dante Siboldi a decir que no están preparados para estos partidos y su postura se entiende por el razonamiento de no poder utilizar a su plantel completo por la incapacidad médica de los jugadores contagiados; tendrá que utilizar, como seguramente lo hará el Toluca a jugadores de la Sub-20.
Otras voces se quejan que no están listos para competir, ahí habría que ver que tanto cumplieron o qué calidad de entrenamiento realizaron los jugadores en sus hogares, lo cuál les daría una buena base.
Estoy totalmente de acuerdo en que no están preparados como debería, falta trabajo de cancha y no están para 90 minutos con la intensidad, ritmo, equilibrio de esfuerzos y movimientos tácticos que requiere un partido oficial.
Traen un desentrenamiento progresivo y una desadaptación al juego que ha sido larga, pero que con el trabajo previo, una buena planeación, el aprovechar el aumento en el número de cambios, la dosificación de cargas y la opinión del preparador físico, el médico, se debe generar un equipo más cerca de lo ideal para el arranque del torneo oficial.
Recuerdo los torneos interliga o los pre-libertadores en los meses de enero que eran clasificatorios para torneos oficiales y en ese entonces varios técnicos los consideraban como un escenario que ayudaba a la preparación.
Podremos evaluar si estos equipos tendrán una cierta ventaja contra los que no participaron.
BARCELONA.
Se le está yendo de las manos el liderato de LaLiga y con esto prácticamente el campeonato, han dejado puntos importantes en el camino y no están jugando al nivel que este equipo debe mostrar.
El receso tan largo y obligado ha provocado una baja en el nivel de juego de casi todos los equipos en las ligas que ya reanudaron, incluso los grandes.
Se percibe un ambiente frío en el vestuario entre jugadores y Cuerpo Técnico.
El auxiliar de Quique Setién, Eder Sarabia, un tipo intenso, preparado, muy pasional, pero con actuar protagónico, pensó que estaba en el Betis y que con vociferaciones y manotazos iba a motivar y a guiar a los catalanes y se encontró con un vestidor sobrio, de trabajo, de compromiso colectivo y donde varios ya lo han ganado todo; donde el líder es un alienígena llamado Lionel Messi, donde el ambiente del vestuario es el reflejo de la personalidad de la Pulga, tranquilo, de pocas palabras, pero efectivas y contundentes.
Sarabia ha venido a provocar altibajos en el ambiente que no ha acabado de entender y no se ha podido adaptar, basta con observar el desplante que le propino el 10 al no voltearlo ni a ver, cuando Eder le daba indicaciones en la pausa para hidratación en el partido contra el Celta.
Ya le sucedió a un auxiliar de la vieja escuela, del equipo del Tata, que en uno de los primeros partidos llegó al vestidor a gritar y a golpear cualquier instrumento que hiciera ruido para con esto motivar, llamar la atención y en eso se le acerco Pique y le dijo “hey Profe, hey profe, aquí no, de verdad aquí no es así”.
Hay que aprender a leer el entorno, a ubicarse, a saber dónde estamos y tener resiliencia sin perder nuestra filosofía y objetivos.
