Con el ánimo de modernizar al Estado mexicano en las últimas tres décadas, se han destinado ingentes recursos financieros para dotar de certidumbre a los procesos electorales, más, sin embargo, se ha olvidado en hacer lo mismo, con la institución fundadora en el acceso a todos los derechos humanos, con los 32 Registros Civiles. Con el inconveniente, de que las elecciones se realizan cada tiempo determinado, mientras que los actos del estado civil de las personas son habituales y que por lo tanto, requieren de atención permanente.
En efecto, es a través del Registro Civil como los individuos se incorporan al negocio jurídico, que no es otra cosa, que la entrada y salida (nacimiento-muerte) al mundo de las relaciones de derechos y obligaciones que los acompañan a lo largo de toda su vida, empezando con disponer de una identidad legal propia y la inscripción de actos esenciales al núcleo de la sociedad (familia) como son el matrimonio, el reconocimiento de hijos y la adopción.
Precisamente, por su cercanía con las actividades más cotidianas de la población, que desde 1859 en nuestro país se ha encomendado su desarrollo e implementación a las autoridades locales (estatales), sin que exista uniformidad ni criterios básicos, salvo los promovidos en décadas recientes en el marco del Consejo Nacional de Funcionarios del Registro Civil, presidido por el RENAPO adscrito a la SEGOB, con la unificación del modelo del acta de nacimiento y la utilización de dos formatos de papel seguridad (que se reducirá a uno) para emitir las copias certificadas a la población.
Junto con los argumentos expuestos, hay otras razones de peso que obligan a que en los próximos trabajos legislativos federales, se vuelva la mirada a esta institución fundamental.
A saber, que desde 1996 se viene construyendo una base de datos nacional a cargo del RENAPO, única en su tipo, consistente en la digitalización de todas las actas de nacimiento del país (que se extenderá para las demás actas, cuyos avances en lo concerniente a las defunciones registran importantes avances). Gracias a esta labor, se ha podido respaldar le emisión de cada una de las CURPs, correspondiendo a una persona viva, procediendo su baja con su fallecimiento.
Producto de esta sinergia entre autoridades federales y locales, que se ha podido crear una herramienta (CURP) esencial para el acceso inmediato a los derechos y evitar las inconveniencias de la homonimia, y sobre todo, combatir la suplantación y la falsificación de identidad. De acuerdo con la normatividad poblacional, esta base de datos conjunta RENAPO-Registros Civiles es ya el pilar de todas las bases de datos personales en el país, sin descontar la participación del Servicio Consular Mexicano en labores de Registro Civil.
Como tampoco sin ocultar, los retrasos en la captura de actas y errores que requieren su depuración.
Precisamente, una de las vulnerabilidades de Registro Civil es que no se conocen las medidas de seguridad para garantizar la reserva y protección de cada acta documental (integrada en libros, tomos, por año y por tipo de acto del estado civil), cuyo acceso debe estar conferido exclusivamente a personal autorizado. A pesar de la existencia de leyes generales (aplicables en todo el territorio nacional) como la de archivos y de transparencia-acceso a la información pública que conceden un lugar importante a la protección de datos personales.
La ONU desde hace muchas décadas ha alertado del riesgo en un mal uso de las actas de nacimiento de personas que fallecieron en los primeros años de vida y que por lo tanto no tienen un historial en las bases de datos públicas y privadas (vacunas, preescolar, etc.) que impida que puedan ser utilizadas por la delincuencia. Por ejemplo, el acta de nacimiento de un recién nacido en 1990, que fallece al mes del parto, podría ser utilizada 34 años después, en 2024, por una persona, con aproximadamente la misma edad, para pretender adquirir ilegalmente otra identidad legal, con la ventaja y dolo que la corta vida del occiso (y su reflejo en las bases de datos) dificulta advertir, por autoridades y familiares, que se trata de una suplantación.
La única manera para impedir todo ello es que los 32 Registros Civiles resguarden con mayor seguridad tales actas y que en la actual base de datos del RENAPO pueda terminar el proceso de actualización, dando de baja las CURPs con las actas de defunciones y por lo tanto, detectando cuando en alguna base de datos se pretende hacer uso de un nombre legal y su CURP, dados de baja del sistema.
En suma, es necesario que, en comunicación con los órdenes de gobierno, la próxima legislatura federal se aboque a aprobar una ley general que regule los trabajos en el Registro Civil, empezando con establecer un servicio profesional de carrera y la designación de su titular en cada entidad federativa por los legisladores locales. Urgencia, que se justifica, ya que su personal ya está habilitado para generar la CURP, otrora facultad del RENAPO.
No podría finalizar este artículo, describiendo mi experiencia en el Registro Civil de la CDMX, pues hace aproximadamente 12 años asistí a sus oficinas centrales para solicitar y pagar una copia certificada del acta de nacimiento, aunque en realidad lo que hoy entregan es un extracto (un resumen) de la misma. De inmediato pude detectar, que en mi segundo apellido tenía una vocal que lo hacía pasar por otro que también es común, ahí mismo me pidieron mi credencial electoral y a los 15 minutos me entregaron la copia certificada con los datos correctos; el año pasado asistí de nueva cuenta para obtener una nueva certificación y para mi sorpresa volvió a presentarse el mismo incidente, procediendo a entregar la credencial electoral y la corrección posterior.
La conclusión, es que, en ambas ocasiones, los empleados omitieron consultar su propia base de datos en que están escaneadas todas las actas y en un acto de buena fe -quiero pensar- confiaron en los datos de mi credencial electoral a pesar de que este documento se emite sin que la autoridad electoral verifique con el Registro Civil la veracidad de la copia del acta de nacimiento que sirve para su emisión. Esto no puede seguir ocurriendo.
Autor de las obras Derecho a la Identidad Personal y Cédula de Identidad en México, editorial Civitas&Universitas, 2022.