Con base al Censo de Población y Vivienda de 2020 (Inegi) y la información procedente de los Registros Civiles sobre el número de inscripciones de nacimientos y defunciones, en el transcurso de este año nuestro país alcanzará esta cifra, al ubicarse en el escalafón 11 en el ranking mundial.
Por cierto, que no se cumplió con el escenario que pronosticaba que se arribaría a esa población total antes de que concluyera el siglo pasado, luego de un crecimiento anual sostenido de 3 % a partir de la década de los años cuarenta, cuya curva comienza a descender en la década de los años noventa para ubicarse en la actualidad en 1.5%.
Sin embargo, los desafíos que se presentan a nivel regional, sobre todo, en las principales urbes, requieren de una reflexión seria.
La creciente deforestación y sequía producida por el cambio climático, junto con la explotación excesiva de los recursos naturales, la apropiación ilegal de los mismos (huachicol), más los asentamientos humanos irregulares, conforman un panorama nada alentador sobre la sustentabilidad de muchas ciudades, donde la capital del país ocupa un lugar central en las discusiones.
En efecto, la Ciudad de México centro político y económico del país, representa un permanente polo de atracción para un amplio y variado segmento de nuestra sociedad. Territorio de mil 486.45 km cuadrados, que solo representa el 0.08% de la superficie del país pero que en contraste aloja una población de casi 9 millones y medio de habitantes (con nacimientos anuales que oscilan en los 90 mil).
Sin olvidar que junto con 59 municipios del Estado de México y uno de Hidalgo, constituyen la Zona Metropolitana del Valle (ZMVM) con más de 22 millones de personas.
La ONU ha hecho hincapié en el papel que tiene en la calidad de vida la densidad-población (relación número de habitantes por km cuadrado), pues la capital mexicana se inserta entre las diez ciudades más pobladas del mundo, amén de que es también una entidad del pacto federal.
Mientras que, en promedio a nivel nacional hay 64 personas por km cuadrado, en la Ciudad de México hay 6 mil 163 (comparece con la entidad federativa que le sigue, Estado de México con 760 y la última, Baja California Sur con 11).
Esto se traduce en servicios insuficientes en salud, educación, empleo, seguridad pública, justicia, movilidad, medio ambiente, vivienda, recolección de basura, drenaje, etc.
Por mucho tiempo se ha venido diciendo que la industria de la construcción es un motor importante para la economía de la capital, que si bien representa el 14% del sector a nivel nacional, su aporte al PIB local no rebasa el 10%; sin ignorar que la gran mayoría de los trabajadores provienen de otras partes del país. Es indispensable ponderar, si vale la pena seguir permitiendo el crecimiento “hacia arriba”, de edificios y condominios, cuyos costos son mayores para la sustentabilidad de la ciudad. En suma, se debe desalentar, que más gente traslade su residencia a este lugar.
En estos días el tema del vital líquido ha resurgido pese a tratarse de un problema añejo, en que están en riesgo los mantos acuíferos que la abastecen en el 70% de sus necesidades, sin que se permita su recarga, debido a la erosión de los terrenos, a la tala clandestina alrededor de la cuenca, como a la absurda estrategia de verter toda el agua de lluvia al drenaje profundo. Esto implica mayores tolvaneras en tiempos de estiaje y lo más preocupante, el hundimiento permanente del terreno.
La movilidad es otro asunto que debe preocupar a todos, al ostentar la capital el primer lugar a nivel global en congestionamiento vehicular, atascos debido al alto número de autos y motocicletas particulares, de trasporte y carga, que circulan diariamente; como la contaminación por la alta emisión de gases de efecto invernadero. Es indispensable estudiar rutas y horarios exclusivos para el transporte de mercancías, principalmente el horario diurno y nocturno, como frenar la irracional política de carriles exclusivos para el servicio concesionado de Metrobús. Para paliar la situación, se debe invertir más en el Sistema de Transporte Colectivo Metro, prohibiendo la deliberada decisión -con la finalidad de ahorrar recursos- de alargar los intervalos entre un tren y otro; sin descuidar, el fomento del empleo en toda la Zona Metropolitana.
Hoy más que nunca debe ocupar en la agenda pública el futuro de la Ciudad de México, en que participen autoridades federales y locales, por más que se traten de temas políticamente incorrectos. Los datos duros, de acceso libre, proporcionan la materia prima.
Autor de las obras Derecho a la Identidad Personal y Cédula de Identidad en México, editorial Civitas&Universitas, 2022, hfernandezp@comunidad.unam.mx