En dos camionetas abandonadas en una carretera interestatal, la policía encontró los cuerpos de 13 personas. Estaban amontonadas en los asientos con disparos en la cabeza y sangre en la ropa y los brazos.
Una de las camionetas tenía placas de circulación del estado de Jalisco. Una cartulina colocada en el parabrisas de uno de los vehículos advertía que eso era lo que les iba a pasar “a todas las Jaliscas”.
Los peritos tardaron tres horas en efectuar el levantamiento. Amanecía el lunes 5 de octubre de 2020 en la zona limítrofe de San Luis Potosí y el estado de Zacatecas. Se supo que las víctimas eran originarias de Fresnillo, Jerez y Villa de Cos.
El sábado 3 la policía había hallado otros seis cuerpos tirados en una comunidad del municipio de Vanegas, en los límites de Zacatecas. Los cadáveres estaban encobijados , maniatados, torturados. Tenían impactos de bala. En el suelo había casquillos de armas de grueso calibre.
Los hallazgos eran semejantes al del 1º de octubre, fecha en que campesinos reportaron que había tres cuerpos abandonados en la carretera Vanegas-San Tiburcio. Los tres cadáveres, cubiertos con sábanas, presentaban rastros de tortura y orificios provocados por detonación de arma de fuego. Los habían alineado uno al lado de otro, con regularidad monstruosa.
Ese fin de semana se registraron 46 homicidios en San Luis Potosí, entre ellos el del exregidor y líder cañero de la CNC, Alberto Zúñiga Herberth , a quien hombres armados acribillaron a las puertas de su domicilio.
Según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, entre enero y octubre ocurrieron 811 homicidios en la entidad: el año más violento de todos los tiempos: nunca, ni siquiera cuando el cártel mexicano más sanguinario, el de los Zetas , inició hace una década la batalla por el dominio de esta entidad estratégica para el trasiego de drogas, se habían registrado cifras tan altas.
El Cártel del Golfo
venció aquella vez a los Zetas, y se quedó con el estado. Hoy el Cártel Jalisco Nueva Generación ha comenzado a empujar desde Guanajuato, estado que le arrebató al Cártel de Santa Rosa de Lima , y también desde Zacatecas, en donde enfrenta al Cártel del Noreste , al Cártel del Pacífico y al grupo conocido como Los Talibanes.
En mayo pasado, el Cártel Jalisco anunció en una narcomanta: “Ya llegamos, somos CJNG, venimos por todos los lacras y Mugrosos”.
Hace unos días, el Cártel del Golfo y miembros del grupo conocido como Los Alemanes (que dirigió hasta su detención Alfredo Alemán Narváez, alias el Comandante Alemán), lanzaron un video en el que amenazaron al gobernador, Juan Manuel Carreras , y al coronel del 40 Batallón de Infantería, Rolando Solano, al que le dijeron:
“Si sigues mandando gente de inteligencia a la región del Altiplano te vamos a desaparecer a todos los elementos que estás enviando de civiles a ubicar nuestras casas de seguridad”.
Los encapuchados anunciaron: “Ya estamos en la huasteca potosina, limpiando de lacras los pueblos… Venimos por todo San Luis Potosí”.
El grupo armado dijo estar al servicio de El Vaquero , identificado por las autoridades como Evaristo Cruz, líder del Cártel del Golfo por quien el gobierno de Tamaulipas ofrece una recompensa de dos millones de pesos.
El cuartel general del Vaquero es el municipio de Matamoros. En el estado de Texas se le han imputado varios cargos. Se cree que intenta tomar control de San Luis Potosí, como estado fundamental —dadas sus célebres colindancias— en un corredor de drogas hacia la frontera tamaulipeca.
El mismo interés que el Cártel del Golfo lo tiene el Jalisco Nueva Generación, y lo tienen el Cártel del Noreste, lo tienen los Zetas, lo tienen Los Talibanes y también el llamado Cártel San Luis Nueva Generación.
La llegada del Vaquero está asociada con el río de sangre que inunda San Luis. La violencia que pega y no cede: 85 homicidios en marzo, 89 en junio, 99 en julio, 96 en agosto, 81 en octubre.
Es una mentira que se le hayan arrancado regiones de México a los narcos . La guerra por esas regiones está hoy en su apogeo. San Luis Potosí entra en la lista de estados bajo fuego.
