Esther Yadira Huitrón Vázquez o Rosario Herrera, La Jefa, secretaría de vinculación nacional del partido Redes Sociales Progresistas, fue detenida en noviembre de 2021 por la Secretaría de Marina, en un fraccionamiento ubicado en Oaxtepec.
Labores de inteligencia la habían identificado como operadora en Morelos del grupo criminal Guerreros Unidos/Cártel Jalisco Nueva Generación, y habían señalado sus vínculos con altos jefes criminales de este grupo, entre otros, Crispín Gaspar Cortés.
Al momento de su detención, Huitrón era pareja sentimental del senador priista Ángel García Yáñez, expresidente municipal de Zacualpan de Amilpas, exdiputado local y federal, y líder moral del partido Redes Sociales Progresistas, a quien se ha relacionado varias veces con grupos del crimen organizado y cuyo nombre ha aparecido en innumerables ocasiones en narcomantas abandonadas en distintos puntos del estado.
Para nadie era un secreto la relación sentimental que el senador mantenía con la operadora y publirrelacionista de Guerreros Unidos/Cártel Jalisco Nueva Generación. La clase política de Morelos estaba perfectamente al tanto de dicha relación. La pareja no la ocultaba. Asistía a convivios y reuniones de carácter político en las que se definía el apoyo a futuros candidatos, sobre todo de la zona de los volcanes, colindante con el Estado de México, en donde el senador tiene influencia sobre más de una decena de presidentes municipales.
Tras la captura llevada a cabo por la Marina, García Yáñez negó sus vínculos sentimentales con Esther Yadira Huitrón y en diversas entrevistas se refirió a ella, simplemente, como “una antigua colaboradora de campañas pasadas”.
En distintos momentos, a miembros de la delincuencia organizada detenidos por las autoridades se les hallaron credenciales metálicas que los acreditaban como asesores de García Yáñez. Fue el caso de José Arturo Zamarrón Castro, El Maytuli, operador de Francisco Javier Rodríguez Hernández, alias El XL o El Señorón. Otros dos personajes detenidos con armas y droga llevaban también credenciales que los señalaban como asesores del legislador priista: Etwin Emmanuel Marquina Figueroa y Santiago Alonzo Lugo Carrasco.
Reportes de inteligencia militar ubicaron a García Yáñez y Yadira Huitrón en una reunión celebrada en Oaxtepec en diciembre de 2020. Ahí se pactó una alianza entre jefes criminales y se decidió apoyar el triunfo electoral de diversos candidatos que iban a contender en las elecciones de junio de 2021.
De acuerdo con el reporte en dicha reunión estuvieron presentes tanto El Señorón como otro de los jefes del Cártel Jalisco Nueva Generación, Irving Solano, El Profe, al que se acusa del asesinato de al menos 30 personas, muchas de las cuales fueron inhumadas en fosas clandestinas.
A esa junta donde se definió el futuro político de Morelos asistieron otras dos figuras relevantes de la delincuencia organizada: Israel Blanco Nava, El Seven, ligado a La Familia Michoacana y detenido en octubre de 2022, y Chrisitan Valverde Montalván, del grupo de los Rojos, quien sería asesinado más tarde, y planeaba un atentado con explosivos en contra de elementos del Mando Único de Morelos.
En abril de 2019 el domicilio de García Yáñez en Zacualpan fue balaceado desde una motocicleta. En adelante, su nombre aparecería en narcomantas colocadas en diversos municipios. En alguna de estas se le señaló como responsable de haber filtrado la fotografía en la que Cuauhtémoc Blanco aparece al lado de tres líderes del crimen organizado en Morelos: según la acusación, uno de estos, Raymundo Isidro Castro, El Ray, se la entregó al senador con la intención de chantajear al futbolista.
Reportes de inteligencia consultados indican que la red de presidentes municipales favorecidos por los acuerdos de García Yáñez son los de Ocuituco, Coatlán del Río, Yautepec, Cuautla, Tetela del Volcán, Emiliano Zapata, Xochitepec, Yecapixtla, Ayala, Jantetelco, Totolapan, Tlayacapan y Tlanepantla.
Una figura vinculada con el senador, Enrique Alonso Plascencia, exalcalde de Tlaquiltenango, fue detenido en septiembre de 2022: ya se le había acusado de homicidio, tráfico de personas, delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita.
Amparado en el fuero y las conexiones políticas y criminales, García Yáñez ha sorteado durante años toda clase de acusaciones y señalamientos. En septiembre pasado anunció su intención de contender por la gubernatura de Morelos: “Me he preparado durante 14 años en los diferentes cargos que mis amigas y amigos morelenses me han conferido para representarlos”, dijo.
Las cosas no se le dieron. Pero ha anunciado que el día de hoy se registrará nuevamente como aspirante al Senado, cobijado, nada más y nada menos, que por Fuerza y Corazón por Morelos: el flamante frente opositor.
Su registro, dicen en Morelos, es la señal más clara de que en el estado algo se ha podrido: la señal de que la narcopolítica permanece intocada.