El pasado 26 de enero siguió la “limpia”, en calles de la Ciudad de México , de la familia Galán Ayala . Ese día, a las 13:45, elementos de seguridad pública de la capital recibieron el reporte de que había un hombre lesionado por arma de fuego, en el número 45 de la calle Metatiotos, en la colonia Felipe Pescador. Cuando arribó la unidad médica del ER U M, los paramédicos confirmaron que el lesionado se encontraba ya sin signos de vida.
Los testigos informaron que lo habían baleado dos desconocidos que se desplazaban en una motocicleta de color rojo.
La víctima, quien supuestamente trabajaba actualmente como repartidor de comida , estaba por entrar a su domicilio. Intentó refugiarse en éste cuando sintió a los agresores y echó a correr. Le dispararon en cinco ocasiones.
En la calle quedaron tiradas su bicicleta y una mochila roja de Rappi , así como una pizza. El hombre, de 63 años, yacía a unos pasos dentro del domicilio.
Su esposa lo identificó como Arturo Galán Ayala , hermano de un líder histórico de comerciantes de Tepito, Miguel Ángel Galán, al que asesinaron en pleno Centro Histórico , aunque la noticia nunca llegó a los medios (en Tepito manejan la versión de que sobrevivió al ataque y está escondido).
En septiembre de 2020 el apellido Galán había ocupado varios titulares de la nota roja. El 5 de ese mes un parte de la policía informó que en un negocio de serigrafía ubicado en Aztecas y Eje 1 acababan de ultimar a un hombre:
“Llega un sujeto en motocicleta, sin mediar palabra le efectúan las detonaciones , por lo que es trasladado al hospital… Informan los médicos de 7 impactos por arma de fuego , 2 en la frente, 1 en el cuello, 1 en el tórax y 2 en la espalda”, se leía en el reporte.
El hombre fue identificado como Sergio Jesús Rodríguez Galán . Era sobrino de Miguel Ángel Galán. En uno de los partes policiacos rendidos ese día, a partir de testimonios de los vecinos, se lee: “Se le apoda El Checo, se dedica a cobrar derecho de piso en el Eje 1 y calle Aztecas, así como en varios estacionamientos, teniendo anteriormente problemas con diferentes dirigentes. Hace aproximadamente un mes mataron a su tío Miguel Galán Ayala, ya que era el que se dedicaba antes al cobro de piso y él quedó de sucesor”.
Solo 16 días más tarde, el apellido Galán regresó a la nota roja.
El 21 de septiembre, pasado el mediodía, en la calle Platino 286 una serie de detonaciones llamó la atención de los transeúntes.
En una cocina económica llamada El Tarot de Yaretzi había tres personas tendidas en medio de un inmenso charco de sangre. Eran dos mujeres y un hombre. Una, con impactos en el tórax, respondía al nombre de Karen Ivonne Rodríguez Galán.
Los testigos informaron que se había tratado de un ataque directo . Dos hombres que llegaron a bordo de una moto entraron en la cocina y barrieron a tiros a los presentes.
Desde hace un par de años en este espacio se ha registrado la muerte de una decena de líderes de comerciantes del centro histórico y la manera en que grupos criminales y diversas agrupaciones de ambulantes se apoderan de sus espacios.
La muerte recorre el Centro Histórico, mientras los comerciantes denuncian, una y otra vez, extorsiones, secuestros y “cobro de piso”.
En octubre pasado comerciantes de las calles Manuel Doblado , Circunvalación , y Peña y Peña, reportaron que supuestos enviados del Cártel Jalisco Nueva Generación les estaban cobrando cinco mil pesos por cada metro lineal, además de un “derecho de piso” de mil pesos a la semana”.
Las supuestas extorsiones del Cártel Jalisco siguen llegando desde los números 56 24 76 13 31 y 55 31 93 47 84.
Se reporta, asimismo, la entrada de un nuevo grupo de choque al que llaman “La Marranera”, el cual ofrece apoyo total a los ambulantes —y que según las denuncias de estos mismos forman parte de la estructura de René Bejarano y Dolores Padierna quien, como se sabe, se ha lanzado ya como aspirante a gobernar Cuauhtémoc nuevamente.
Mientras sigue la misteriosa “limpia” de los Galán, las ejecuciones entre sicarios , el despojo de predios y plazas, la matanza de líderes de comerciantes , vendedores y policías capitalinos han estado combatiendo un día sí y otro también en las calles, con piedras, golpes, garrotazos y disparos al aire.
Es el centro tomado por el crimen. El centro que a este gobierno se le ha desbordado.