El pasado 14 de septiembre, una empresa que realizaba labores de desazolve en las tuberías del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, AICM, detectó, atorados en el drenaje, 67 envoltorios de cocaína.
Alguien los habían dejado correr, cuidadosamente envueltos, para sacarlos de la terminal por una ruta alternativa, y no arriesgarse en los filtros establecidos.
Ese día, a las 19:45, un subinspector, un oficial y una suboficial de la Policía Federal adscritos al aeropuerto, fueron notificados de que el drenaje se había tapado cerca de “las oficinas del Instituto Nacional de Migración”, en las inmediaciones de la Puerta 10.
El encargado de cierta oficina les dijo a los federales que esto ya había ocurrido “en ocasión anterior” y “se habían encontrado envoltorios al parecer de droga”.
Así que consideraba mejor advertírselos.
Los agentes iniciaron maniobras para abrir el registro y practicar el desazolve. Lo que hallaron los dejó mudos: según el parte, 67 condones de látex, cada uno con “una sustancia líquida, al parecer cocaína”. Bajo esa modalidad, la droga podría flotar como en una balsa por las entrañas del aeropuerto.
El peso total del envío era de 2 kilos 700 gramos.
En los últimos años, importantes cargamentos de cocaína líquida han sido decomisados a bordo de barcos y camiones cisterna. México forma parte de la ruta de paso de esa droga. Pero esto forma parte de otra historia. Lo importante ahora es que aquella noche fue descubierta tal vez, una ruta de salida empleada para mover, desde hace no se sabe cuánto tiempo, diversas cantidades de estupefacientes.
En el AICM operan toda clase de dependencias. La Policía Federal, la Fiscalía General de la República, la PGJCDMX, la Aduana de México, el Instituto Nacional de Migración y el SAT, entre muchas otras. Es un hervidero de funcionarios, empleados, pilotos, sobrecargos, elementos de seguridad privada y trabajadores que operan en plataforma.
¿Alguien conoció a detalle la ruta del drenaje, halló la manera de enviar los condones (cada envoltorio estaba compuesto por tres preservativos) desde una alcantarilla ubicada en la zona de carga y descarga, hasta una coladera situada en alguna calle próxima a la terminal aérea?
Autoridades federales exploran también una segunda hipótesis.
Apenas el 11 de agosto, un hombre de nacionalidad peruana desembarcó en la terminal 1 del aeropuerto capitalino. La División Antidrogas de la Policía Federal fue alertada, pues el individuo mostraba una actitud extremadamente sospechosa.
Al ser interrogado, indicó que presentaba severos malestares estomacales. Comenzaron a interrogarlo. Reveló al fin que había ingerido una alta cantidad de narcóticos. Lo trasladaron a un hospital cercano: ahí le realizaron una tomografía de abdomen: tenía el estómago completamente lleno de objetos extraños. Eran 28 condones de látex con cocaína líquida en su interior.
Las autoridades no descartan que la droga recientemente hallada hubiera sido expulsada por “burros”.
La cantidad de noticias relacionadas con droga incautada en el aeropuerto de la ciudad de México es apabullante.
Apenas el 28 de septiembre pasado, un binomio canino de la FGR localizó en un vuelo que venía de Shangai “cerca de 30 kilos de una sustancia química que es utilizada para la posible elaboración de la droga conocida como fentanilo”.
En marzo de este año la misma División Antidrogas ubicó 24 kilos de precursores y diversos estupefacientes al realizar una inspección en empresas de mensajería y paquetería. Las cajas que contenían estas sustancias estaban por salir rumbo a Hong Kong. Unos días más tarde, en un barril tequilero que iba hacia California, una máquina de Rayos X detectó dos paquetes, envueltos con cinta de aislar, que contenían heroína.
El aeropuerto de la CDMX ha sido el principal centro de operación de los cárteles de la droga. La historia del narcotráfico en el país podría ser contada desde los hangares y las plataformas de esta terminal. Lo controló por muchos años el Cártel de Sinaloa. Más tarde lo manejaron los Beltrán. Se sabe que hoy tiene puesta la mano en él el sanguinario Cártel Jalisco.
La historia de los condones es solo un botón de muestra de lo que ocurre en esa puerta: la principal puerta de entrada y de salida de la droga en México.