En la novela El asesinato de Lord Edware, Hércules Poirot, el célebre detective creado por Agatha Christie, platica con su inseparable compañero el capitán Hastings y le dice: “Cuando el criminal acaba de cometer un delito, su primera preocupación es la de engañar. ¿A quién? a las personas normales. Ahora me preguntarás que cómo aprovecho yo tu normalidad para resolver nuestros casos. Pues sencillamente, viendo reflejado en tu pensamiento lo que el criminal desea hacer creer a los seres normales que fue lo que pasó. Como verás, me eres de gran ayuda”.

Es decir, ¿qué nos quieren hacer creer las agencias de inteligencia norteamericanas en relación con el arresto de Zambada?, que el Mayo se entregó; y entonces concluir, utilizando la lógica del personaje de Agatha Christie, que eso no fue lo que pasó, sino lo que nos quieren hacer creer que pasó.

En las operaciones de inteligencia el engaño y la simulación son una parte esencial, es un juego de espejos en el que nada es lo que parece. El gobierno vecino no va a reconocer que planeo, colaboró y financió una operación de extracción de un ciudadano mexicano en territorio nacional, aunque sea narcotraficante y haga valer intereses a su seguridad nacional, porque eso implicaría aceptar que violó nuestra soberanía. No obstante, su silencio y la falta de detalles precisos y creíbles, es revelador de lo que nos oculta.

El Mayo Zambada, si antes no se acoge al programa de testigos protegidos, tampoco va a dar detalles durante su juicio: va a decir lo que los norteamericanos quieren que diga si le interesa llegar a un acuerdo con la justicia de Estados Unidos para evitar pasar el resto de su vida en reclusión.

Si al final se comprueba que agentes norteamericanos participaron directamente en la extracción del Mayo Zambada, hipótesis que no comparto, se estaría en el supuesto que contempla el primer párrafo del artículo 74 de la Ley de Seguridad Nacional, referente a la sustracción de habitantes del territorio nacional para ser llevados a juicio ante otro Estado, lo que obligaría a aplicar inmediatamente las consecuencias que prevé el propio artículo: suspender con Estados Unidos la ejecución de los convenios de cooperación bilateral de que se trate (en materia de seguridad) y prohibir la realización de actividades por parte de sus agentes en territorio nacional porque, como lo ha dicho el presidente de la República: “México no es títere de nadie”.

En todo caso me parecen injustas y poco objetivas, las críticas que jalan parejo con toda nuestra Comunidad de Inteligencia, por ejemplo, respecto del vuelo que transportó al Mayo Zambada a los Estados Unidos. Las agencias de inteligencia de nuestro país, específicamente el Centro Nacional de Inteligencia, tiene una participación muy acotada por la Ley de Protección del Espacio Aéreo Mexicano, en mi consideración únicamente dar aviso de los alertamientos aéreos a las autoridades competentes, cuando se detecte una traza de interés, un vuelo no autorizado o un vuelo clandestino.

La esencia de la actividad de inteligencia es recabar información sensible para la toma de decisiones y esta labor la realizan todos los días, con mucha eficiencia, muchas mujeres y hombres en nuestro país en contra de organizaciones criminales. Salen de sus casas sin la certeza de que al final de la jornada van a regresar con sus familias porque saben que cualquier pequeño error que los delate les puede costar la vida y no va a ser una muerte fácil. El riesgo de perder la vida haciendo inteligencia de campo es un riesgo latente y aceptado en aras de un bien mayor, la seguridad pública de las y los mexicanos, pero es un riesgo calculado, un riesgo controlado, un riesgo inteligente.

La labor de inteligencia, cuya relevancia para la estrategia de seguridad pública reconocen la presidenta electa Dra. Claudia Sheinbaum y el Jefe Harfuch, es una actividad altamente técnica, de muy elevado riesgo y no para cualquier perfil. Sus resultados, dada su naturaleza oculta, por lo general son invisibles para la sociedad. No abona en el fortalecimiento de nuestras instituciones, desacreditar en forma generalizada el trabajo que se realiza por parte de las agencias que integran nuestra Comunidad de Inteligencia.

Addendum:

Se ha hablado poco del piloto del avión, pero solicitar su deportación al ingresar ilegalmente a los Estados Unidos para interrogarlo, es un derecho que tiene el gobierno mexicano en la propia investigación que realiza de los hechos.

Miembro de Número de la Academia Mexicana de Criminología.

@hchincoyat

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