La Selección Mexicana Sub-17
no sólo ha dado la cara por el futbol de este país, cuando se trata de encarar una Copa del Mundo.
Hoy, y desde hace varias ediciones, hace soñar a los aficionados cada que aparece en esta competencia, en la que podemos ver lo bien que se trabaja en fuerzas básicas en México, aunque después el seguimiento hacia estos jóvenes no sea el que nos gustaría ver, para que estas generaciones no se pierdan por completo.
Este tipo de eventos son un manjar para todos los promotores del mundo, cuando se trata de ir y estudiar a las futuras promesas, aquellas que desde este tipo de torneos ya dan de qué hablar y casi siempre terminan por llegar a los equipos más importantes del planeta, como fue el caso de Carlos Vela en aquel campeonato conseguido en 2005, de la mano de Jesús Ramírez.
Tristemente, para muchos de estos jóvenes, el camino se vuelve muy complicado a la hora de intentar ganarse un lugar en Primera División, pero hay que entender que no se trata de falta de oportunidades, porque los que tienen calidad, aún contra los extranjeros, se abren un hueco y por ahí logran ascender.
Hoy, por lo pronto, están en semifinales una vez más, y veremos si se puede repetir lo realizado en Perú y en nuestro país, al levantar el título de la categoría por tercera ocasión, ahora en Brasil, con un gran equipo al que no se le ha dado su justo valor.