No hay plazo que no llegue ni tiempo que no se cumpla. Del 1 al 11 de diciembre próximo se llevará a cabo en Dubái, Emiratos Árabes Unidos, la Conferencia de las Partes (COP28) del Convenio Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC). La intención de una reunión como ésta es pavimentar el camino para que en el futuro haya más ambición y compromiso climático a nivel global y podamos, de manera efectiva, enfrentar este desafío internacional que representa el cambio climático.
Dentro de los temas que están en la agenda de la COP 28, se pueden destacar los siguientes:
1) La parte financiera se ha convertido en un tema principal por dos razones. La primero, por los 100 mil millones de dólares que se habían ofrecido años atrás por parte de los países desarrollados para los menos desarrollados para hacerle frente al cambio climático y con lo cual no se ha cumplido. Segundo, por lo decidido en la COP27 con respecto a la creación de un fondo para poder atender el tema de pérdidas y daños. ¿Cómo va a ser la operatividad del fondo? Dicho fondo busca ayudar a los países en desarrollo que son particularmente vulnerables a los efectos adversos del cambio climático generado principalmente por los países desarrollados. Se está demandando en el contexto internacional una arquitectura financiera justa, sostenible, equitativa y transformadora.
2) La reducción a la mitad de las emisiones para el 2030 y llegar a cero emisiones netas para 2050 va a requerir un recorte profundo y la reducción gradual y posterior eliminación de los combustibles fósiles: gas, petróleo, carbón. Hay una solicitud, una súplica, para que TODOS los países hagan el máximo esfuerzo y compromiso posible para que de verdad se den reducciones a fondo, inmediatas y sostenidas de las emisiones de Gases Efecto Invernadero (GEI) y así poder de manera efectiva limitar la temperatura del planeta. Al igual que en años anteriores, se pide que las Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDC por sus siglas en inglés) sean más ambiciosas y para ello se requiere de la voluntad política al más alto nivel por parte de los Estados.
3) La transición energética justa debe de estar en el centro de las acciones presentes y futuras de los Estados y habrá que hacerlo con base en las responsabilidades comunes pero diferenciadas, donde todos deben de hacer algo en función de su porcentaje de contribución al problema del calentamiento global y el cambio climático. Hay poco avance en lo que tiene que ver con la eliminación gradual de todos los combustibles fósiles. Se habla del gas “natural” como una salida, pero en realidad estamos en presencia de un gas fósil, ya que su aprovechamiento y uso siguen emitiendo concentraciones de GEI. En la Declaración de la COP27, en Egipto, ni siquiera hubo la voluntad política suficiente y necesaria para incluir una mención a la eliminación gradual de los combustibles fósiles. ¿Lo harán ahora en Dubái?
4) De acuerdo con Gabriel Yorio, Subsecretario de Hacienda, México requiere un monto equivalente a 8% del PIB para poder combatir el cambio climático y cumplir con sus metas ambientales al 2030. “Necesitamos movilizar cada año entre 7 y 8 % del PIB hasta el 2030 para cumplir con los objetivos del desarrollo sostenible y así poder alcanzar un desarrollo económico justo y ambientalmente sostenible”. El funcionario ha reconocido que el cambio climático es una amenaza global y uno de los desafíos de política pública más importantes actualmente. Aseveró que, a nivel global, para poder cerrar las brechas de financiamiento y combatir el cambio climático se requieren 5 trillones de dólares anualmente.
Así las cosas, el panorama no es muy alentador y requerimos de acciones globales y nacionales urgentes e inmediatas para enfrentar la crisis climática global. ¿Habrá la voluntad política y la prioridad suficiente y necesaria para actuar en consecuencia?