La semana pasada emanó de la realidad copiosa que existe un “agrupamiento urbano” llamado “Colonia Cuarta Transformación” en Tultitlán, Estado de México, cuyas calles y avenidas llevan nombres asaz elocuentes, como “Abrazos, no balazos”, “Madres Trabajadoras” y “Acúsalos con tu Mamá”.
La funcionaria del sitio, Eslie Ellian Reyes, declaró enfática que lo de ponerle “Calle Me Canso Ganzo” (sic) a una calle emplumada no era cierto, pero la presidentA Sheinbaum la desdijo de inmediato con su creativa cuanto demócrata sintaxis diciendo: “la verdad yo creo que es mejor poner nombre de recuperar la memoria histórica de México, pero si así le quisieron poner pues es decisión de ellos”. Lo que sí parece ser un hecho, según la misma Eslie Ellian, es que en esa Colonia 4T ya se está construyendo la Preparatoria “Fidel Castro” de la que saldrán bastantes “hombres nuevos”, como quería el Ché Guevara (que tiene ya seis calles).
Alguna vez escribí una alabanza de la Guía Roji, a mi parecer el libro más realista de México. Recordé que cuando se murió Monsiváis se propuso convertirlo en calle, aunque según la Roji ya existía en la “Colonia Chiconautla 3000 Tres Barrios” de Ecatepec (esto es en serio), rodeada por las calles Lorenzo Meyer, Elena Poniatowska, Pablo González Casanova y Sófocles (esto también es en serio). Días más tarde, el artista José Luis Cuevas, en un alarde de inventiva, propuso que la avenida Altavista mejor se llamase Paseo José Luis Cuevas. Pues también existe, en la “Colonia Campiña de Aragón Indeco Santa Clara”.
Hay que tener paciencia: llegará el día en que la explosión demográfica se cruce con el crecimiento de la mancha urbana y todo ciudadano será calle, desde Abelardo Abasolo hasta Erick Zucopachtle.
Asomarse a la guía es entrar a una dimensión delirante: una de las 173 calles Carlos Hank González se cruza con la Calle Embajada de Irak. ¿Por qué? Por la misma razón que la calle Manuel Buendía cruza la calle Akenatón: porque sí. En una colonia oximorónica que se llama Sierra del Valle (porque en México hay hasta Lagos de la Sequía) están las calles Reforma Política, Reforma Agraria y Reforma Constitucional, Reforma Espacial, Reforma Marítima y Reforma Terrestre (es en serio). Y muy pronto estará la calle Reforma Judicial que hará esquina, claso, con la Avenida Callejón del Plagio...
Y así todo. En la colonia Primero de Mayo existe la calle Stalin. La calle Proletarios Unidos se cruza con la calle Liberación de la Mujer en la “Colonia 10 de Junio del Fraccionamiento Social Progresivo Santo Tomás Chiconautla” (que es el fraccionamiento sincrético).
Y en la colonia “Ampliación Evolución” están las calles Monedita de Oro, Granito de Sal y Zopilote Mojado. Tal cual. Una de las cinco calles Fidel Velázquez hace esquina con la calle Mejoramiento del Ambiente en la colonia “Himno Nacional”, y en la colonia “Sindicato de Trabajadores de la Industria Militar” figuran las calles Bayonetas, Misiles y Explosivos...
Debería haber una comisión 4T de la nomenclatura verista que acuda a las calles, les haga un análisis dialéctico y objetivo y les aseste nombres creíbles como Avenida de los Microbuses Asesinos, Boulevard Hazle Como Quieras, Paseo del Cristalazo Vespertino y Rinconada que se Inunda Julio, Agosto y la Mitad de Septiembre.
Por lo pronto, desde marzo de 2024 la Comisión de Nomenclatura de la CDMX abrazó la iniciativa “La Ciudad de las Heroínas” que, proclama, “busca reivindicar el legado de mujeres destacadas a través (sic) de cambiar la nomenclatura de calles y avenidas.” Qué emoción. ¿Quién ganará?
