Ha sido curioso el ánimo de denigrar a Xóchitl Gálvez refiriéndose a ella como “la candidata del PRIAN”, como hacen los propagandistas al servicio del gobierno. Prefieren olvidar que ellos también militan en una coalición junto al heroico Partido del Trabajo (PT) y el glorioso Partido Verde. La suya debería ser llamada la candidata del MorePETEVer.
No son partidos muy honorables. El mejor es el PT, con el que AMLO tiene una alianza fascinante y gran coincidencia de ideas. Una visita a su sitio web (partidodeltrabajo.com.mx) revela, por ejemplo, que tiene 12 mil seguidores en X (Twitter). Ahí mismo hay un link a la sección “Nuestras canciones”, una de las cuales, titulada “El pasito de la 4T” dice: “El PT es la cuatroT/ muevete pacá/ muévete pallá/ y eres PT ya”. Es muy linda canción. Debería salir en la mañanera.
Alguna vez ya escribí lo curioso que es que todos los “partidos” de esta conflagración sean propiedad privada de un líder único: una familia “verde”, la familia Anaya del PT, la de un señor Dante y, claro, la del actual Supremo. Todos financiados por el erario, claro. Pero la del señor Anaya es quizás la más conspicua, pues logra colarse a las fotos oficiales, donde exhibe corbatas escasamente proletarias y les manda cariño a los Ortega de Nicaragua.
El PT es distinto porque es un partido “línea de masas”. “Nuestras organizaciones realizan prácticas de masas y establecen relaciones de masas a masas.” ¿Y qué se entiende por Línea de Masas? Responde Anaya: “Entendemos por Línea de Masas, el trabajar siempre conforme a las necesidades, deseos y decisiones de las masas.” Ajá. ¿Y cuál es su objetivo? “Colocar a las masas y no al partido o al Estado en el puesto de mando.” ¿Y quién está encargado de colocar a las masas? Pues los líderes de las masas...
Ha vivido conflictos, el PT. Una vez fue acusado judicialmente por perder algunos millones de pesos. (Algunos estaban en la cuenta bancaria de una dama de apellido Anaya.) Otros millones se utilizan en una imprenta donde el PT publica libros apetitosos como Por una Cuarta República. Seguramente —en tanto que son aliados— el actual Jefe Supremo y su heredera conocen bien esos libros. Mi preferido es Estrategia y tácticas (2016), en el que colaboran importantes pensadores, como José Stalin, Vladimiro Lenin, Mao Tse-tung y Alberto Anaya.
¿Qué es lo que piensa este ciudadano Anaya sobre “estrategia y táctica”? Bueno, pues cosas muy profundas como: “Para que triunfe la lucha del pueblo... es necesario planificar los diferentes movimientos que se dan, de tal modo que ello nos permita ir avanzando hasta derrotar al enemigo.” Discípulo de Kim Jong-un, sostiene que el objetivo fundamental de la estrategia revolucionaria consiste en “señalar el camino para destruir el poder político de las clases dominantes y edificar el poder popular.”
El viajero frecuente a Norcorea (es en serio) agrega: que “en una sociedad capitalista, la estrategia de la lucha popular tiene la importante tarea de trazar el camino para resolver la principal contradicción entre la clase burguesa y el pueblo: el camino que derroque el poder de la burguesía y establezca en su lugar el poder popular. Esta es la situación de México.”
Desde 2012, el Supremo AMLO, al ser declarado candidato a la Presidencia, protestó públicamente “cumplir con los estatutos, programas y declaración de principios” del PT, incluida su ambición de “derrotar a las clases dominantes”. Y luego, en 2018, refrendó ese juramento.
Y bueno, si el Supremo protesta cumplir eso, es porque se siente atraído. Y él es “hombre de palabra...”